Los artesanos de Fiambalá recibieron una ayuda del Gobierno, pero en el municipio que conduce Roxana Paulón les hicieron firmar un recibo en blanco. No podían hacer las cosas bien, entregar el dinero con transparencia. Los funcionarios que intermediaron tenían que poner el monto después, en ausencia del beneficiario ¿otro número quizás? Todo esto hay que soportar de quienes nos cuidan, además de la emergencia sanitaria y económica.
Los artesanos de Fiambalá se pusieron en contacto entre ellos para alertar a los que aún no habían recibido el aporte del gobierno que los estaban haciendo firmar sin el monto especificado en la documentación oficial. Los que cobraron esos 5 mil pesos manifestaron que compraron insumos de primera necesidad para llevar a la casa y comer o elementos para seguir trabajando. No era mucho pero se trata de una ayuda que en el caso de algunos artesanos era casi urgente.
Tal vez los funcionarios por una cuestión de “apuro” o de “confianza”, hicieron las cosas al revés. Pero, en esta época de tantos abusos y corrupción con dinero público, lo ideal o correcto es que se cuide tanto las formas como el fondo de la cuestión, más allá que en un pueblo nos conozcamos todos y nadie quiera aprovecharse del otro. Por ese hueco suelen colarse irregularidades que implican lucrar con los pobres o los más necesitados.
Los artesanos reciben una ayuda de cinco mil pesos por el tema de la pandemia. Si el municipio va a colaborar que lo haga sin generar dudas pues si uno quisiera ser mal pensado podrían deducir que entregan 5 y luego hacen figurar 10 o 15. No sería extraño. De lo contrario, por qué el recibo en blanco. Qué gusto de buscar problemas en lugar de simplificar y hacer las cosas correctamente. Cómo le cuesta al municipio de Paulón ser transparente.
Por su parte los artesanos se recomendaban entre ellos poner el monto en el recibo oficial pero no firmar en blanco. Reconocieron que es una ayuda importante, pero calificaron de “grave” la maniobra que representa llenar después la documentación. Algunos artesanos igualmente aún no los recibieron. La entrega se paró tal vez por el ruido que generó la ayuda. Otros artesanos recibieron y salieron corriendo a gastarlo, confunden “obligación” del Estado con “regalo”.
