El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Ricardo Arévalo, habló sobre la discusión salarial con el gobierno. En este marco, reconoció “venimos de varios días de negociación salarial, está trabada, de alguna manera. Creo que no hay claridad en las cuestiones que se mencionan. Falta profundizar en la certeza de lo que se dice, parece que se cambia el panorama diariamente”.
“Eso hace que no haya un consenso generalizado para que la negociación se destrabe y de una vez por todas se pueda llevar adelante”, agregó Ricardo Arévalo. Hay que recordar que el miércoles pasado fue la última reunión y había expectativas de un acuerdo, que finalmente no se concretó. El Ejecutivo propuso un 5% en octubre y un 5% en noviembre, pero surgieron diferencias.
De esta manera, el secretario del gremio confirmó que la premisa del sector gremial es que el incremento se pague dentro del año calendario. Es decir, hasta diciembre y si la inflación supera al mismo, proponen sentarse de nuevo en enero para revisar los puntos que falten. “No estamos lejos de llegar a un acuerdo, pero tiene que haber certezas y tratar de que no haya trampas”, comentó.
“Sabemos que por un número pueden ser muchos los trabajadores perjudicados”, reconoció. En la última reunión, se generaron diferencias con respecto a si el incremento del 10% sería sobre el sueldo de febrero, anterior a los incrementos de este año; o si tomaría la base de septiembre, que ya tiene un aumento establecido del 35%. El gremio apunta a que el aumento sea sobre el sueldo actual.
Por otro lado, Ricardo Arévalo detalló que la preocupación de ATE no es solo cerrar un incremento para empleados públicos provinciales; sino también fijar la base para el aumento de los municipales. “La verdad es que desde el punto de vista salarial estamos con una pérdida desde dos años atrás. Lo mejor que nos podría pasar es recuperar lo que se ha perdido y marchar con números certeros”, concluyó.
