En la jornada de ayer se realizó la sesión preparatoria del Concejo Deliberante de la Capital de Catamarca y se eligieron a las nuevas autoridades. De esta manera, los ediles decidieron que la presidencia del cuerpo quede a cargo de Nicolás Zavaleta. Asimismo, Laila Saleme y Carmen Moya fueron designadas como vicepresidenta 1° y 2°. La jornada se desarrolló en el Complejo Urbano Girardi.
El hasta entonces presidente del CD de la Capital de Catamarca, Daniel Zelaya, despidió a los concejales salientes y les tomó juramento a los entrantes. Los ediles que asumieron su banca fueron Germán Kranevitter; Fernando Navarro; Laila Saleme; Gilda Godoy; Juan Pablo Dusso; Carlos Álvarez y Carmen Moya. En la sesión también se decidió que Jonathan Rasjido sea secretario Parlamentario y Alejandro Guerra administrativo.
El nuevo presidente, Nicolás Zavaleta, fue electo en 2015 por el circuito 1 y 2, reelecto en 2019, por lo que en el 2023 concluirá su mandato. El concejal cuenta con el respaldo de quienes integran o adhirieron en la última elección al “Grupo Esperanza”, liderado por el ministro de Vivienda, Fidel Sáenz. Por su parte, la vicepresidenta, Laila Saleme, tiene un vínculo cercano al Ejecutivo municipal.
La aprobación del presupuesto 2022 de la Capital de Catamarca
Días atrás, el Concejo Deliberante aprobó el presupuesto 2022 de la Municipalidad de la Capital de Catamarca. De forma veloz, tras la reunión de los funcionarios analizaron el reglamento de gastos y recursos del próximo año. Con, casi, la totalidad de los concejales del recinto asintieron el importe de $11.574.948.000 al Poder Ejecutivo de la Ciudad. Uno de los que se opuso a la resolución fue el opositor Fernando Navarro.
De hecho, el edil expresó que la resolución tuvo un tratamiento rápido. Por otro lado, dijo que el proyecto aprobado no contempla ningún programa o plan sobre Covid-19, tanto en salud como sus deducciones económicas y sociales. Según lo trascendido en la prensa, Navarro planteó que la diligencia exprés que se le marcó al importe de presupuesto, no se la puede tratar como una escribanía.