En un momento donde las voces de los candidatos para tener un puesto en el máximo lugar de la Casa Rosada deben escucharse, y cuando, según la Cámara Nacional Electoral (CNE) confirmó la fecha de los dos debates presidenciales, en las dos semanas previas a los comicios. El primero tendría lugar en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, y el segundo, al igual que en 2015, será en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Con respecto a estos debates, también se empezó a cultivar desde cero, una metodología similar, pero con la particularidad de que discutan ideas los candidatos a la vicepresidencia. Este proyecto se comenzó a gestar desde el espacio político del economista José Luis Espert, y del periodista político, Luis Rosales, quienes pensaron en la posibilidad de que todos se pudieran expresar.
También, el candidato a la vicepresidencia de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, había manifestado en sus redes sociales teniendo en cuenta la posibilidad de confrontarse formalmente con los candidatos de todos los espacios que competirán en las elecciones generales a desarrollarse durante el domingo 27 de octubre. Esta instancia podría definirse el futuro de los argentinos.
Respecto a esto, la Senadora Nacional por Tucumán, Silvia Elías De Pérez, presentó un proyecto de ley con esta finalidad. La senadora se sumó así a la propuesta del diputado macrista Fernando Iglesias, que impulsa que los compañeros de fórmula también estén obligados a participar de un debate previo a las elecciones generales.
Los debates entre los candidatos presidenciales, regulados por la Ley 27.337, se realizarán el 13 y el 20 de octubre. La norma prevé la posibilidad de intercambio entre los postulantes a vicepresidentes, pero sólo de manera optativa en caso de que haya voluntad entre las partes. Con esto también se apunta a dar «un paso más y establecer también la obligatoriedad de los compañeros de fórmula», destacó la senadora.
A su vez, consideró que esto debía pasar, ay que quienes «ocupan el primer lugar en la sucesión presidencial son los que quedan a cargo de los destinos del país por períodos cortos de tiempo, en los que el presidente debe viajar, tomar licencia, etcétera». «No es menos importante que la sociedad pueda conocer las ideas y propuestas de los candidatos a vicepresidentes. Quien resulte electo estará al frente de uno de los tres poderes del Estado y su rol no debe seguir siendo soslayado», agregó.
«El solo hecho de reconocer su potencial función de poder llegar a ser presidente, obliga a que se exijan las mismas condiciones a los candidatos a este cargo que las que se requieren para la Presidencia. En las elecciones que tenemos por delante tenemos un hecho singular: una candidata a vicepresidente, Cristina Kirchner, que fue quien designó el candidato a presidente de su espacio. Sin dudas, la sociedad quiere saber qué piensa ella del país que viene, pero no a través de sus actos de campaña, donde no hay diálogo alguno con quien piensa diferente a ella», sostuvo.