La coyuntura argentina está determinada por el avance de los precios relativos, resultados de muchos años de malas administraciones y derroches de dinero, lo cual significó a su vez un aumento en el tamaño del gasto público, es decir, del Estado. Siguiendo esta línea, para solventar el grado del aparato público se incurrió en el incremento de la deuda y en la impresión de pesos.
En este sentido, el aumento de la cantidad de pesos en la economía nacional provocó que la pérdida del poder adquisitivo del dinero (inflación) llegue a un monto interanual del 54,5%, según lo especificó el Instituto nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en su estudio de comparación sobre agosto, luego de los resultados obtenidos por la oposición en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.
Este contexto de inflación descontrolada daña directamente a las personas con ingresos más vulnerables del país, ya que no pueden salir de la línea estipulada que señala el monto de la pobreza que existe en un país. Ya que, si el salario recibido se encuentra por encima de esa línea, no se pertenece ni a la pobreza, ni a la indigencia.
Respecto a esto, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos difundió que en el primer semestre de 2019, el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, frente al 27,3% del mismo período de 2018. Esta cifra representa a unos 15,9 millones de personas en todo el país, casi 4 millones más que el año anterior.
Teniendo esto en cuenta, el Gobernador peronista de la provincia de Tucumán refirió que «es una tragedia lo que hoy está viviendo la Argentina, y esto es producto de las políticas económicas erradas que ha tomado el Gobierno nacional que conduce Mauricio Macri». Así, puso una vez más su opinión en primer plano respecto a la temática.
«El aumento en las tasas de interés de los créditos bancarios y el descenso de la actividad industrial genera más desocupados y más pobreza», indicó Manzur y remarcó, en ese sentido, que «la capacidad productiva de industria argentina está parada en un 50%». Estos datos revelan también la oportunidad desperdiciada que tiene Argentina con las distintas cargas que no dejan progresar al sector privado para generar riqueza.
Sobre los diferentes desembolsos del Fondo Monetario Internacional a la Argentina, Manzur opinó: «Nos quedamos con una deuda externa en dólares, con menos reservas, con aumento en la desocupación y con la pobreza en aumento». Sin embargo, explicó que «el gran desafío hoy es revertir esta situación, volver a darle trabajo a la gente, a que las empresas vuelvan a producir, a dar valor».