Aunque las riñas gallos están prohibidas en casi todo el país, en Tucumán hay una legislación que tiene tres décadas que permite y regula la actividad en el territorio. Los legisladores de Fuerza Republicana, bajo el ala de Ricardo Bussi presentaron un proyecto para que se trate cuando vuelvan las sesiones, en el cual se intentará derogar esta ley.
Hasta 1990 las riñas de gallos estuvieron prohibidas en Tucumán. Pero en ese año y por la gran cantidad de eventos clandestinos, el Congreso legisló la ley 6048/1990. En esta normativa la legislatura que en su momento era bicameral, determinó que la Secretaría de Deportes oficiara como autoridad y regulará la actividad den todo el territorio.
Además, en esa ley se determinó que “los ingresos provenientes de los derechos de autorización y de percepción de entradas serán destinadas a entidades de beneficencia, deportivas y reequipamiento de las escuelas dependientes del Ministerio de Educación y de la policía provincial”, y a su vez, se limitó el ingreso de menores de 18 años a estas actividades.
La medida viene siendo criticada desde su inicio y en el último tiempo tomó mayor importancia. A nivel nacional distintas ONGs obtuvieron fallos favorables para cancelar esta práctica. En la provincia, la Asociación Animalista Libera Tucumán consiguió una resolución judicial que ordenó a la Secretaría de Deportes dejar de emitir autorizaciones para estos eventos.
A pesar de esto, y amparados en la ley, algunas riñas siguieron ocurriendo. Antes del receso, los diputados de Fuerza Republicana presentaron un proyecto para que la ley que permite esta actividad sea derogada y que la misma quede prohibida. Esto fue tendencia en Twitter este viernes, y Ricardo Bussi declaró: “Presionemos al bloque peronista para que se trate de una vez por todas”.