El Ministerio de Seguridad y la Jefatura de Policía tomaron medidas sobre un agente de la fuerza ante el incumplimiento de la cuarentena. El policía fue detenido por violación al aislamiento en el barrio El Palomar. El mismo cumplía funciones en la Comisaría 4°. Ante esta situación decidieron pasarlo a disponibilidad y se abrió una investigación por lo ocurrido.
La madrugada del domingo el personal de la Unidad Regional Este realizaba el habitual recorrido por los barrios de Alderetes y Banda del Río Salí. En este momento, al cabo lo encontraron sin justificación en la vía pública y mantuvo una fuerte discusión con los efectivos. Tras agredir a la autoridad lo trasladaron al Complejo Belgrano.
Frente a esta situación Carlos Valdez, Jefe de la Regional Este, explicó que pasada la una de la mañana observaron a un grupo de personas en una zona en la que constantemente agreden a los policías. Cuando comenzaron a escapar, porque se acercaba el personal, se descubrió que entre ellos a un efectivo de la fuerza que no logró a huir por su estado de ebriedad.
Valdez además confirma que avisaron de inmediato a la Jefatura de Policía y se tomó la decisión de que pase a disponibilidad. Por otra parte, se secuestró la moto en la que circulaba. “La Policía de Tucumán trabaja con responsabilidad para hacer cumplir las medidas sanitarias decretadas a nivel nacional y no tolerará este tipo de comportamiento”, señaló Valdez.
Por su parte el Subsecretario José Ardiles ya había señalado con anterioridad sobre este tipo de situaciones. Aseveró al respecto que desde que se firmó el DNU, se impusieron restricciones para toda la ciudadanía y eso se extiende a funcionarios públicos que no cumplen tareas esenciales y personal policial en franco de servicio.