Para minimizar los efectos que va a causar la cuarentena obligatoria por la pandemia de Covid19 en los sectores más vulnerables, el Estado provincial ha intensificado los programas de ayuda alimentaria en los barrios más necesitados, y en eso ha sido crucial la articulación con organizaciones sociales con el Ministerio de Desarrollo Social.
Irma Monroy, referente de la Asociación Civil Los Lapachos, quien desempeña tareas comunitarias en el Barrio Juan Pablo II, más conocido como “El Sifón”, explicó que “Ahora trabajamos con 20 cocineras entre la mañana, la merienda y la cena” en referencia a la nueva modalidad en este tiempo de cuarentena.
Monroy también señaló que “en el barrio, la mayoría trabaja de changarines, ahora no hay trabajo y nos ayudamos entre todos”. La comida se distribuye de lunes y a viernes, y en ese sentido, rescata la importancia de la tarjeta AlimentAR. “Les aconsejamos a las familias que tienen la tarjeta, que guarden lo que compran para los fines de semana; de lunes a viernes retiran su vianda del comedor”.
Además, la referente destaca el accionar del Ministerio de Desarrollo Social. “Trabajamos con todas las medidas de seguridad, como barbijos, o guantes. El Ministerio nos colabora con elementos de seguridad, y no entran otras personas que no sean las cocineras”. “Hay unas 270 familias que retiran la vianda. La tarjeta alimentaria ayudó mucho y nos organizamos con las mamás”, finaliza.
En el centro comunitario, además, también se estaban desarrollando diferentes actividades para la comunidad, pero ante el contexto de pandemia, centró sus estrategias en la seguridad alimentaria, a través del comedor que allí funciona.
