Las flexibilizaciones permiten a los tucumanos una vida casi normal, eso representa gran movilidad y reuniones. Aunque el clima parezca relajado, quienes se mantienen tensos son los encargados del COES, que deben velar para que no se produzcan brotes. Por eso realizan constantes testeos de coronavirus en personas que pueden haberse expuesto, como camioneros y personal bancario, entre otros.
Entre las últimas medidas, el Ministerio de Salud Pública consideró que debían centrar su atención en los barrios, por ser potenciales focos de contagio. A partir del 22 de junio iniciaron la “Búsqueda Activa de Febriles” (BAF), para identificar personas con síndromes febriles y/o con factores de riesgo. A la fecha, afirman que realizaron más de 6.300 testeos en más de 10 barrios, recorridos por equipos interdisciplinarios. Los cuales están compuestos por médicos, enfermeras y agentes socio sanitarios.
“Una de nuestras estrategias es acercarnos a la gente y llevarles la oportunidad de tener contacto con nuestro equipo de salud. Más ahora que deben quedarse en sus casas. Hoy en el barrio La Cerámica ya van 240 personas y son alrededor de 300 familias, por lo que el operativo seguirá trabajando dos o tres días más”, explicó Rossana Chahla, titular de la cartera sanitaria.
¿Cómo funciona el operativo?
El procedimiento del BAF es muy sencillo y nada invasivo, en primera instancia se toma la temperatura con el termómetro. Se intervendrá medicamente a quienes presenten síntomas febriles, para descartar que sean contagios por coronavirus. Los profesionales de la salud aprovechan para recordar las medidas de prevención, distanciamiento social, higiene y uso de barbijos. De paso, aprovechan para completar el calendario de vacunas de los vecinos y explicar los cuidados que requieren adultos mayores y otros pacientes de riesgo.
Sobre los resultados del operativo, Yolanda Breppe, coordinadora del mismo, contó que “fueron positivos en dos aspectos: epidemiológicamente no se observaron sospechosos, por lo que no habría circulación viral en los barrios. Y además la receptividad de las personas fue muy importante porque nos están esperando”. Desde el otro lado, Roque Ávila, uno de los vecinos testeados, contó: “Esto hay que hacerlo, yo por ejemplo soy hipertenso y que los médicos lleguen a mi casa es una gran ayuda. La ministra y todos los profesionales se portaron muy bien con nosotros”.
