La cuarentena a lo largo del mundo no solo sirve para evitar contagios por coronavirus, también generó un deceso en la mortalidad por otras causas. Entre ellas, los accidentes de tránsito. La ecuación es simple, quedarse en casa implica no usar vehículos y por ende no exponerse al riesgo de un accidente. Se suma a esto, la imposibilidad de circular por rutas hacia otras provincias, donde suelen ocurrir la mayoría de las tragedias.
Sin embargo, Tucumán está al 85% de su funcionamiento normal, las flexibilizaciones a la cuarentena generan mucho movimiento en las calles, entre negocios y bares sobre todo. El efecto inevitable es un aumento en los accidentes de tránsito. El jefe del servicio de Ortopedia y Traumatología del hospital Padilla, Ricardo Lampasona, indicó que en la primera etapa de la cuarentena hubo una notable disminución de accidentes pero ahora retomaron.
Lampasona detalló las estadísticas de accidentes en su hospital: “La accidentología está en una curva ascendente y no sabemos cuándo se equilibrará. Nosotros tenemos por consultorio unas 16 mil personas por año y por el Sistema de Emergencia, 8.000. Esto determina una gran demanda con el 60% de las camas ocupadas mensualmente y con 1.600 cirugías”. Además, a nivel provincial, hay unos 24 mil pacientes traumatológicos por año en el sistema
Flexibilizaciones y accidentes de tránsito
“Una vez que comenzaron a flexibilizar la cuarentena, aumentó el tránsito y los accidentes, no solo en el número sino también en la gravedad”, aseguró Lampasona. Y mencionó los factores que inciden: primero y principal, la falta de educación vial. Segundo, el incumplimiento de la ley y la irreverencia hacia las mismas. Y por último, la necesidad de aumentar los controles pero más aún, aumentar las campañas de prevención.
Los accidentes pueden evitarse. Se recomienda responsabilidad a la hora de conducir un vehículo, sobre todo en estos tiempos donde las camas de hospital deben permanecer disponibles para otras urgencias. Además, un accidente no deja solo huellas físicas, sino también problemas socio-económicos. “Quedan fuera del mercado laboral y la morbi-mortalidad trae aparejado un costo social y económico”, finalizó el jefe de traumatología.