En un contexto donde los impuestos tienen un papel fundamental en el «robo», a los trabajadores, según el economista Agustín Etchebarne, para solventar el pago de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los gastos de la gestión del actual equipo político comandado por el presidente Mauricio Macri, y los juicios perdidos por el Estado debido a la «mala» expropiación de Empresas por parte del Gobierno anterior.
El IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) determinó mediante un informe que los trabajadores dependientes tienen en la actualidad una menor carga tributaria que en el 2015. A su vez, definió que «de confirmarse la baja de la tasa de inflación, se abriría una posibilidad que los salarios nominales se ajusten en esa línea, y consecuentemente que las alícuotas efectivas del impuesto disminuyan en 2020 respecto a este año».
Los cambios detallados por la institución marcaron cambios desde la administración del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y de Macri. En este sentido, «los niveles de carga tributaria relacionada al impuesto a las ganancias de trabajadores dependientes e independientes sigue siendo muy elevada y superior a la que se observa en los países de la región».
Esto se da independientemente de que «la reducción de carga tributaria se haya extendido hasta el 2018, dado que para ese período se duplicó el monto de la deducción especial computable por los autónomos». Pero, en contraposición, el IARAF detalla que los trabajadores independientes son afectados de peor manera con respecto a los trabajadores dependientes.
Estas reformas tomadas por la gestión actual fueron detalladas por la institución como, «reducciones, en diferente porcentaje según el nivel de ingresos, debido a que la alícuota que alcanza a los trabajadores. También destacaron que este Gobierno «ha mejorado relativamente la situación de los trabajadores autónomos al duplicar el valor de la deducción especial computable».
Finalmente, después de haber realizado los estudios pertinentes, el IARAF concluyó que, «en consecuencia, se han dado pasos significativos hacia la eliminación de las distorsiones que se generaron en el impuesto a las ganancias por el inadecuado reconocimiento del proceso de pérdida del poder adquisitivo del dinero, inflación, hasta el año 2015.
Además, aclararon desde la institución que «resta avanzar en la profundización de la reducción de la carga tributaria de los sectores de ingresos medios, indispensable para recomponer la progresividad del impuesto, que es su esencia. Sin embargo, la delicada situación fiscal hace improbable que pueda avanzarse en un futuro cercano en esa dirección».