En medio de constantes pujas entre las empresas de aviación, los sindicatos del sector y el Estado, la organización de Avianca Argentina, obligado por la crisis que provocó la cancelación de vuelos durante junio generando múltiples conflictos, se presentó a concurso de acreedores. Esto se debe a que Avianca no puede afrontar sus compromisos con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y con sus proveedores.
Sin embargo, Avian Líneas Aéreas S.A., la sociedad que explota esta marca, aclaró que intentará renegociar su deuda contraída y que esto no significa que procederán a desmontar su operación. Comunicaron que de lo que se trata es de tratar de afrontar sus compromisos para poder retomar los vuelos antes de la finalización de este año, según informa el diario El Intransigente.
La compañía sostiene un litigio con el organismo de recaudación por tener saldo del Impuesto al Valor Agregado (IVA) inmovilizado. Debido a que esta firma alquila sus aviones mediante contratos de leasing, debe pagar el 21% de IVA. Desde la empresa explicaron que sus ingresos dependen de los pasajes que no pagan este impuesto.
En la presentación realizada en el contexto del concurso de acreedores, Avian Líneas Aéreas S.A. acusa a la AFIP de haberle inmovilizado $50 millones. Esta es la razón, según Avianca, que le impide afrontar la cancelación de otras obligaciones como las que tiene con sus proveedores, ya que está impedida de disponer de ese saldo.
En el último tiempo, la empresa se vio inmersa en varias dificultades. El mes pasado informó que sus aviones permanecerían en tierra por unos 180 días como mínimo. El problema surge a partir de que las normas del sector establecen que en el caso de que una compañía no vuele durante un determinado tiempo puede sufrir sanciones.
En ese sentido, el principal perjuicio que puede caberle es el de ser privada de las rutas, lo que le generaría perder uno de sus más importantes activos. Asimismo, ya en febrero Avianca había presentado ante la Secretaría de Trabajo un procedimiento preventivo de crisis. Esto encendió las luces de alarma en el sector de la aeronáutica.
Además, la presentación en el concurso de acreedores se produce en el medio de un conflicto gremial. «Terminó la conciliación obligatoria y pedimos que se convoque a los empresarios para que digan de qué forma continuará el futuro de la empresa y si pagarán los sueldos», manifestó el secretario adjunto del gremio de aeronavegantes, Alejandro Kogan.