El actual contexto de pandemia que nos encontramos viviendo ha generado una fuerte caída del empleo y los principales afectados son los trabajadores precarizados y quienes viven de los ingresos que distintas “changas” les generan día a día. Es por ello que Lucas Herrera, un joven de tan sólo 17 años, decidió no quedarse quieto y puso manos a la obra para ayudar a un comedor y merendero de su barrio, el cual alimenta alrededor de 120 familias.
Desde El Aconquija ya venimos informando sobre el abandono por parte del Estado que sufren los catamarqueños de más bajos recursos. Hace unas semanas, se supo que muchos comedores y merenderos del interior provincial debieron cerrar sus puertas ya que no les depositan los fondos desde fines del año pasado. Obviamente responsabilizando a la burocracia y a la pandemia.
Hace 4 días se supo que el Concejal por el Circuito 3 y Presidente del Concejo Deliberante, Daniel Zelaya, habría perdido la memoria como a muchos de sus colegas ediles les sucede una vez que logran la tan preciada banca. Zelaya se habría acercado al merendero “Tacitas Felices” y al comedor “Pancitas Felices”, debido a que se encuentran en el Barrio Santa Marta que pertenece al circuito que él representa.
Allí les habría prometido una serie de donaciones para el merendero y el comedor, que según comentaron quienes llevan a cabo estos proyectos solidarios a El Aconquija, nunca llegaron. Sin embargo, no bajaron los brazos ante estas promesas incumplidas y tanto el comedor como el merendero continúan funcionando gracias a la gente y a los vecinos que se acercan a colaborar con lo que pueden.
Y por supuesto gracias a personas como Lucas Herrera. Este joven, que a pesar de su corta edad, se define como “un chico muy solidario que le gusta trabajar sin política”. Y decide hacerle frente a las adversidades para colaborar con quienes más lo necesitan, como viene haciéndolo desde que tenía apenas 11 años de edad, según le comentó a El Aconquija.
Sumar más pancitas y tacitas felices
El merendero Tacitas Felices funciona de lunes a viernes. Mientras que el comedor Pancitas Felices lo hace solamente miércoles y viernes debido a que no cuentan con los suficientes elementos de cocina para abrirlo durante más días de la semana. Ambos se encuentran ubicados en el Barrio Santa Marta, frente a la plaza, casa 1. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al: 383-4360197
