Día tras día, miles de afiliados de OSEP realizan eternas colas para poder realizar trámites en la sede central. Esto resulta sumamente molesto y perjudicial para los ciudadanos, quienes ven alterada su vida cotidiana como trabajador. Los trámites burocráticos de la obra social terminan atacando la paciencia y los nervios, a tal punto que muchos pacientes tuvieron que ser asistidos por personal médico debido al estrés que genera acercarse a la Obra Social de los Empleados Públicos.
Un lector afiliado comentó a El Aconquija que en una hora, la cola se mueve aproximadamente 10 metros. Grandes y eternas filas que deben hacer adultos y gente mayor, donde uno pierde toda la mañana. No sólo esto, sino que además es una obra social que involucra a todos los empleados públicos. Esto quiere decir que los descuentos que se hacen de manera automática. Entonces la gente ve que son descuentos altos y que encima han hecho aportes extras (los mal llamados “aportes solidarios”) pero que eso no se refleja en calidad de prestación de servicios de la obra social estatal.
En teoría, OSEP había comprado un sistema informativo que costó 38 millones de pesos para que estas demoras no sucedieran. Sin embargo los costos de esa inversión no se refleja en la comodidad ni en la tranquilidad de la gente. Los problemas no solo continúan, sino que además se han visto restringidos los servicios y se han visto afectados convenios con otras provincias porque el gobierno quiere gastar menos. En consecuencia no pagan, las prótesis demoran y se cambian los turnos de gente que tiene problemas de salud muy graves. ¡Siempre hay una excusa!
No sólo esto sino que además el soporte técnico se presta para la corrupción, porque realmente no puede costar un programa 38 millones sin hacer licitación o que no funcione. Es una estafa sin lugar a dudas .De hecho, en la gestión peronista hubo irregularidades que no terminan de aclararse, como por ejemplo las conocidas órdenes mellizas o “truchas”. E inclusive sospechan que hay empresas que trabajan en torno a la casa central: empresas de limpieza, de comida y alquileres de playa de estacionamiento. La salud se convirtió en un negocio redondo.
En definitiva, OSEP termina siendo perjudicial para el afiliado y nunca termina de ser transparente en lo cotidiano. La burocracia de esta entidad ha afectado a la salud de miles de personas, siendo ellos más peligrosos que las enfermedades que los aquejan. Los trabajadores tienen que pasar toda una mañana o varios días haciendo trámites que deberían ser simplificados o sencillos. OSEP en vez de facilitar la vida, la complejiza.