En un ambiente de descontrol inflacionario, según describió el diario El Intransigente, el Banco Central publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en donde los analistas privados consultados estimaron que la inflación de septiembre rondará el 5,8%, esperan que haya una tasa de 4,4%para octubre y advierten un acumulado de 54,9% para todo el 2019. El balance económico de la República Argentina sigue siendo negativo.
El REM difundido por la entidad monetaria, que se realizó entre los días 26 y 30 de septiembre, fue confeccionado por 45 participantes, entre ellos hay 27 consultoras y centros de investigación locales, 13 entidades financieras argentinas y cinco analistas extranjeros. De acuerdo con sus estimaciones, esperan que la inflación «retome una trayectoria descendente, alcanzando 3,6% mensual en diciembre de 2019 y 3,3% en febrero y marzo de 2020».
Para el año 2019, los analistas advierten que el nivel general de inflación será de 54,9 por ciento, lo que marca una baja de 0,1 puntos porcentuales en relación con un relevamiento previo. Además, los especialistas que confeccionaron el REM pronostican una baja del 2,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) real para este año, contra el 2,5 por ciento de caída que auguró el Ministerio de Hacienda de la Nación, en manos de Hernán Lacunza.
Ante esto, Augusto Costa, economista y referente de Axel Kicillof, se desempeñó al frente de la secretaría de Comercio Interior previo a su paso por Cancillería, durante el gobierno que presidió Cristina Kirchner, donde siempre se expresó sobre las políticas de precios durante los últimos años cuando la inflación se situaba en torno al 20 y 25 por ciento con controles sobre los productos en góndolas.
En declaraciones a Ámbito, el sindicado como futuro ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires en caso que el Frente de Todos gane la elección de la mano de Kicillof, aseguró que el país necesitará «al menos 5 años para poder bajar la inflación. Creo que el desafío hoy es entender que esto no se puede hacer de un día para el otro. Hay que pensar que en un contexto inflacionario, con mucha inercia inflacionaria», amplió.
Luego, añadió: «Los objetivos deben ser graduales, cumplibles pero que marquen un camino. Tenemos que hablar de un periodo de no menos de 5 años con el objetivo de ir bajando la tasa de inflación de los niveles altísimos de hoy en día hasta niveles razonables que favorezcan la dinámica económica. Porque si no logramos esto, va a ser muy difícil que la economía pueda funcionar a mediano plazo».