La situación política en América Latina se está volviendo cada día más tensa. El presidente en ejercicio de nuestro país, Mauricio Macri, no reconocerá las facultades de Jeanine Áñez como presidente de Bolivia. La asamblea en donde se tomó tal decisión no contó con la presencia del partido Movimiento al Socialismo en el Parlamento. Lo que ocurre es que esta es la facción del presidente destituído, Evo Morales.
Las polémicas entre los diferentes países latinoamericanos se desataron luego de esta nueva proclamación. Las posturas son diversas porque no se dio el quórum necesario en dicha reunión, por lo que muchos tildan la acción de “inconstitucional”. Áñez asumió provisionalmente como presidente, dado que todos los posibles candidatos de Morales también presentaron su renuncia.
Todos argumentaron lo mismo: presión desde las Fuerzas Armadas y diferentes grupos opositores. Según informó El Intransigente, el Gobierno argentino se rehusó a reconocerla en el cargo viendo las distintas posturas de otros países latinoamericanos. Alegaron que “Añez representa la autoridad en Bolivia, pero que no es la presidenta del país vecino”.
Asimismo, desde la gestión de Macri se pidió por “el diálogo para restablecer la paz social y convocar a elecciones”. Creen que para ser reconocida como presidente legítima, debe obtener el quórum en la Asamblea Legislativa. Y esto era imposible que se dé dado que ningún representante del partido de Evo Morales estuvo presente.
Por otro lado, hay opiniones encontradas dentro del mismo Cambiemos. El sector radical piensa que efectivamente se trató de un “golpe de Estado”, emitiendo un comunicado al respecto. Pero desde la facción más cercana a Macri se trata de evitar llamarlo al suceso como un acto “golpista”.