Axel Kicillof tuvo, este miércoles 11 de diciembre, su ceremonia de asunción como gobernador de la provincia de Buenos Aires. La misma se desarrolló en la Legislatura que se encuentra en La Plata, y contó con la presencia de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Además, y sorpresivamente estuvo la ex mandataria María Eugenia Vidal.
El ex ministro de economía del gobierno de Cristina Fernández juró en el marco de una fiesta “nacional y popular”, como lo denominó el propio mandatario. Axel arribó acompañado de su familia y se encontró con María Eugenia Vidal, que a priori no iba a asistir a la ceremonia. A su vez, el acto estuvo demorado unos minutos para que Alberto Fernández pudiera llegar.
En una de las primeras palabras de su discurso el gobernador bonaerense aclaró: “Se habló de que el gobierno anterior dejaba una caja de 25 mil millones de pesos. Pero el problema no es cuánto queda en la caja, sino las necesidades que hay que atender con lo que queda en la caja. Y esa cifra no alcanza ni para solventar los gastos de los próximos 30 días”.
A su vez, agregó: “La cuestión de la deuda también es muy preocupante. Pasó de 9362 millones de dólares a ser de 11.263 millones de dólares. Esta provincia no recauda en dólares. La deuda en pesos se quintuplicó. Subió la cantidad de niños que asisten a comedores escolares. Alcanza el 40%. Y el 63% de las niñas y niños del conurbano se encuentra por debajo de la línea de pobreza”.
Por último, el mandatario sumó: “Si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa, es saqueo. No creo que estén dejando una vara muy alta, sino un desempleo alto, una inflación alta y las condiciones de la provincia muy abajo. La sociedad y el pueblo de la provincia no quiere persecuciones y un Estado ausente, acusador, que culpa a las víctimas de la situación económica”.
