Todo el mundo está preocupado por el coronavirus, pero hay personas que todavía no toman conciencia de la importancia del tema. En este sentido, en la noche del jueves, un joven de 22 años se subió a un barco para viajar de Uruguay hacia Argentina. Una vez arriba del ferry, el hombre reveló que venía de Europa, tenía síntomas y obligó a poner en hoteles a 400 personas. A raíz de esto, tendrá que pagar una multa de 700 mil dólares.
NA informó que el gobierno porteño pidió hoy que se lo admita como querellante en la causa por graves delitos contra la salud pública. El proceso penal es contra el pasajero de 21 años que arribó el jueves desde Colonia a Buenos Aires. El joven ocultó su condición de positivo de coronavirus y por esa razón, puso en riesgo a todo el barco San Patricio.
A partir de los hechos sucedidos en el barco se investiga la posible comisión de delitos contra la salud pública. Al joven de 21 años, vecino de Belgrano, se le podría llegar a aplicar una de las figuras más graves que contempla el Código Penal. Este es el artículo 202, que prevé prisión de entre tres a quince años para “el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
Como querellante el gobierno porteño busca, además, la reparación integral de los perjuicios originados al patrimonio de la ciudad por el operativo de cuarentena. Es un operativo sanitario más el costo de traslado más el costo de hotel para casi 400 personas. Esto es un ejemplo claro de cómo el acto irresponsable de una sola persona puede poner en riesgo la salud de cientos de otras.
No se trata solo de un gasto económico. Es un gasto de espacio de infraestructura, y sobre todo de los recursos humanos, generando un esfuerzo innecesario en los profesionales de la salud que están dándolo todo para cuidarnos. Son 385 pasajeros y 19 tripulantes a los que se les aplicó el protocolo del SAME. El gobierno porteño pagó 700 mil dólares por este motivo y pretende que el joven abone una multa de esa suma.
