Durante las próximas 72 horas, la Cámara de Diputados dictaminará, sesionará, debatirá y votará el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Además, luego de trabajar la legalización del aborto se debatirá el proyecto de los 1000 Días. La sesión comenzó con 105 legisladores presentes en el recinto y 45 conectados de manera remota. Cabe destacar que este es uno de los debates más esperados y acumula dos gran movilizaciones fuera del Congreso de la Nación.
Al comienzo del debate por la legalización del aborto el presidente de la Cámara, Sergio Massa, dio algunas recomendaciones. En primer punto destacó que sería un debate intenso y extenso, como así también hablo para ambos lados al decir que “no hay diputados antiderechos”. Además pidió “no perder de vista ni el respeto ni la capacidad de escuchar a los otros”.
En primer lugar hablaron los presidentes de las comisiones que intervinieron en el proyecto. Cecilia Moreau, Pablo Yedlin, Carolina Gaillard y Mónica Macha coincidieron que este derecho es una “una deuda histórica”, con las mujeres de este país. Por su parte Moreau, recodo que hace 37 años la Argentina recuperaba su democracia. En este sentido expresó: “No tengo dudas de que esta fecha es simbólica para garantizar un derecho”.
Entre los primeros diputados en exponer en contra del aborto fue la diputada del PRO Carmen Polledo. Ella fundó sus palabras en la pandemia y al Gobierno de turno. “El aborto no es un reclamo de nuestras mujeres sino de grupos militantes que han quedado atrapados en temas del pasado”, sectorizó Polledo. Como así también expresó cque no puede entender cómo el debate se realizó en medio de “una peste que se ensaña con los mayores”.
El intento de suspensión del debate
Luego de sus palabras el debate comenzó y cada legislador procedió a exponer sus posturas, tanto a favor o en contra de la legalización del aborto. Pero previo a que esto comience, se presentó una moción por parte de la diputada, de la Coalición Cívica, Lucila Lehman. La misma pidió postergar el debate, ya que “tratar este proyecto en estos tiempos es una ofensa para el culto católico y el culto cristiano en general”. Tras finalizar el pedido la cámara voto y negó la moción.
