En la última semana, se encendió la polémica en la Ciudad de Buenos Aires. Esto se debe a que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, empezó a apurar las acciones para que se prueben una serie de proyectos inmobiliarios antes de que el oficialismo pierda representantes en la Legislatura porteña. Este viernes los aliados del alcalde intentarán dar dictamen en comisión para que se traten las ambiciones inmobiliarias el próximo 2 de diciembre sin tener en cuenta el impacto ambiental de las mismas.
El Intransigente informó que una de las iniciativas más cuestionadas es la que impulsa la construcción de un lujoso barrio con edificios de hasta 45 pisos en la exCiudad Deportiva Boca Juniors o Costanera Sur. La administración de Larreta busca el aval del Poder Legislativo para avanzar con el convenio urbanístico que firmó con la empresa IRSA, mediante el cual la autoriza a construir allí el barrio «Costa Urbana» que tendrá unas 6.000 viviendas, además de comercios, hoteles y un amarradero de yates.
Según datos relevados por múltiples organizaciones ambientales y políticas, si este proyecto se concreta avanzaría contra un importante espacio verde para mantener el ecosistema capitalino. El nuevo barrio ocuparía 24 hectáreas de las 71 que tiene el predio, ubicado a orillas del Río de la Plata y lindero con la Reserva Ecológica Costanera Sur, donde se encuentran los humedales.
«Los humedales, en su estado natural, cumplen funciones de vital importancia para el medio ambiente y la salud que son imposibles o costosas de reemplazar», dijo Graciela Falivene, investigadora y docente de la Universidad de Concepción del Uruguay durante la audiencia pública donde se rechazó el proyecto. Según explicaron los expertos, estos espacios tienen la función de proteger la calidad del agua, proporcionar un medio natural de control de inundación, como así también permitir el ingreso de los vientos y las brisas desde la costa para mitigar el efecto de isla de calor urbana.
Además, las organizaciones que forman parte de la campaña «Costanera Verde Pública» advirtieron que el barrio de IRSA afectará a la Reserva Ecológica, un humedal protegido por normas internacionales, ya que es uno de los sitios de la Convención Ramsar, un tratado intergubernamental establecido por la ONU para preservar estos ecosistemas. Incluso, en la página oficial de CABA destacan la importancia de este espacio.
«Este ambiente mantiene ciclos de sequía e inundación que siguen los patrones de Buenos Aires y que son aprovechados por las distintas especies animales. Así, en los ciclos de inundación, cuando el nivel del agua es alto, abundan los cisnes, patos y otras aves nadadoras en los humedales. Cuando el nivel de agua disminuye y las orillas barrosas quedan descubiertas, aparecen las aves limícolas, como el chorlo y el tero», explica el sitio del Gobierno porteño.
