En un contexto donde múltiples economistas reconocieron que el sistema jubilatorio argentino se encuentra en quiebra debido a que no se puede solventar el pago total por la cantidad de personas que recibieron el beneficio. El CEPA, Centro de Economía Política Argentina, realizó un informe titulado como «Una moratoria que no es universal: 500.000 mujeres de 55 a 59 años sin posibilidades de jubilarse».
De esta manera, el gobierno prorrogó por tres años la moratoria previsional para las mujeres a través del ANSES, «pero esta medida no es universal, ya que no incluyó la prórroga de la fecha de corte que continúa en el año 2003. Esta fecha es la que limita temporalmente la posibilidad de declarar deuda por aportes, es decir, el límite para comprar años», complementó el documento.
Según los datos oficiales de INDEC, en toda la Argentina, a fines del año pasado se estiman 1.076.028 mujeres entre 55 y 59 años que estarían cerca de cumplir con la edad para jubilarse en los próximos años, pero de todas ellas sólo el 55% (588.248) tienen aportes, mientras que el restante 45% no ha realizado aportes. Del 55% que tiene aportes, sólo 113.231 superan los 20 años aportados. Es decir, solamente el 10,5% de las mujeres presenta condiciones relativamente cercanas a la posibilidad de jubilarse.
«Desde la asunción en 2015, Cambiemos condicionó el acceso a las moratorias, dejó caer la moratoria previsional para hombres y creó la Pensión Universal para Adultos Mayores, PUAM. Esta pensión se implementó a través de la ley de Reparación Histórica, que incluyó un apartado al respecto. Otorgar pensiones y abandonar una política de acceso a la jubilación era el objetivo originario de las modificaciones de 2016», muestra el informe.
En este sentido, para acceder a la PUAM se requieren 65 años, lo cual empalmaba con la edad jubilatoria de varones, pero dejaba un espacio de 5 años entre la edad jubilatoria de las mujeres a los 60 y el acceso a la pensión. «En 2016 el Frente Renovador propuso la extensión en el acceso a la moratoria sólo para mujeres, aunque sin modificar la fecha de corte. Ello volvió a repetirse con la reciente resolución de ANSES».
Así, «la decisión de no correr la fecha de corte significa que las mujeres que no han registrado aportes hasta 2003 deberían tener aportes con posterioridad a dicho año. Pero, en un caso de una mujer con 26 años comprables por moratoria, esa persona debería contar con 4 años adicionales de aportes a través de un empleo registrado luego del 2003 (es decir, haber ingresado a un trabajo formal entre los 45 y 60 años, edad donde se reducen las posibilidades de conseguir empleo)».
Para finalizar, el informe concluye que «con el correr del tiempo esta moratoria se acota aún más. Las mujeres que hoy tienen 57 años y tendrán 60 en 2022, último año de la actual prórroga, necesitarán no 4 sino 7 años de aportes registrados post-2003 para contabilizar los 30 requeridos por ley».