En un contexto de recesión macroeconómica que significó la pérdida del poder adquisitivo que determinó la imposibilidad de las personas para poder mantenerse por encima de los índices de la pobreza, la cual es estipulada por el Gobierno nacional. Esto se ve dentro del marco de devaluación y continuo crecimiento del Índice de Precios al Consumidor definido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Así lo aprecia Jacquelina Flores, una ciudadana de la provincia que se dedica a ser cartonera y que afirma que están padeciendo mucho este contexto económico. «Estamos sufriendo mucho en el sector, la crisis ha hecho que se hayan generado nuevos cartoneros. Cuando nosotros nacimos en el 2001 éramos menos, lo que pasamos en este tiempo es similar con gente rompiendo bolsas. La palabra cartonero nos da mucho orgullo, pero hoy queremos discutir el trabajo que generamos. No hay comida en la familia cartonera y en los nuevos cartoneros», aseguró.
Entrevistada en el programa televisivo Minuto a Minuto, la mujer indicó que escenario golpea a todos los sectores y apuntó a situaciones puntuales. «La crisis tiene que ver con la pérdida de trabajo, la devaluación, con que el dinero no alcanza. La gente no consume cuando no tiene dinero, cuando nosotros recolectamos vamos a los barrios con poder adquisitivo», indicó, según el diario El Intransigente.
«Soy nacida en esta Patria, pero nunca tuve un trabajo formal, siempre lo busqué en la calle. Ser parte de una cooperativa que ha podido licitar la ciudad de Buenos Aires nos da mucho orgullo. Queremos dar una discusión profunda sobre nuestros derechos. El Gobierno no nos quiere porque nos metimos en el gran negocio de la basura, y los vecinos no saben cuánta plata de la ciudad se gasta en el circuito de la basura. Nosotros deberíamos tener una flota de camiones para llevar adelante el servicio que damos, las campanas verdes fueron una idea de nuestro sector, no del Gobierno», detalló.
La mujer aseguró que no es fácil salir a la calla y precisó que hace un tiempo dejó de ejercer esta actividad de la manera típica en que se la conoce para ayudar desde otro sector. «Yo el carro lo dejé hace 6 años, no lo podemos hacer más de 15 años porque nos estropea el cuerpo. Hace 6 años soy promotora ambiental y vamos por la ciudad enseñando la separación en origen», aseveró.
«Veo mucha tristeza en la calle. Esta crisis está siendo muy profunda, no se muestra lo que está pasando. Seguimos teniendo mujeres tirando carretas de 140 kilos en la calle por 12 horas, hay gente que levanta la tapa de los contenedores negros buscando comida porque no hay trabajo. La problemática tiene que ver con el trabajo que es el ordenador de nuestras vidas. El pueblo tiene que ser parte de la discusión laboral», agregó.
Finalmente, Flores aseguró que cuando sucede una crisis como esta suceden todo tipo de cuestiones que afectan, principalmente, los derechos de las personas que más necesitan. «Toda crisis hace que se desarme la familia, hay más jefas de hogar cartoneando, también muchos jóvenes. Esa mujer no tiene derechos, por eso queremos discutir el trabajo de esas mujeres», cerró.