En las últimas semanas, los científicos argentinos vienen realizando diversos avances en contra del coronavirus. Primero crearon un test de diagnóstico nacional. Luego descubrieron las propiedades de un suero y el pasado viernes anunciaron producto que aislaba al Covid-19 de diversas superficies. En esta ocasión, investigadoras del Conicet trabajan para desarrollar un gel que desactive el virus de la ropa.
Se trata de un gel con nanopartículas inorgánicas con función antiviral que puede incluirse dentro de diferentes matrices. “Esto es como la tela para indumentaria, sábanas y ropa de protección sanitaria. Servirá para mascarillas, guantes y ambos. También en superficies como paredes y pisos”, explicó a Télam Vera Álvarez, ingeniera, investigadora del Conicet y desarrolladora del proyecto.
Las científicas argentinas están desarrollando un material híbrido polimérico-inorgánico, antiviral, desinfectante. Esto es para que pueda ser aplicado a la ropa. Tienen el objetivo de prevenir la replicación del coronavirus por medio de las prendas que usan médicos y personal de enfermería. “El objetivo general es sintetizar materiales de base polimérica. Esto son de bajo costo y de simple preparación”, afirmó la investigadora.
Igualmente, reconoce que todavía falta bastante para poder tenerlo -entre seis meses y un año-, Álvarez se entusiasma. “Cuando el coronavirus se pone en contacto con el gel queda “pegado” a la superficie. Es inactivado por las nanopartículas inorgánicas, evitando que se movilice, ingrese en células humanas y se replique. Los textiles que se fabriquen con el polímero además serán reutilizables”, aclaró.
La opinión de Verónica Lassalle
“El virus interactúa de manera química con este polímero. Es la base de nuestro material y de alguna manera se destruye la membrana del coronavirus. Esto es lo que genera el efecto viral. También la posibilidad de reproducirse, entonces esa sería la manera a través de la cual va a inhibir la reproducción y la posibilidad de ataque viral”, detalló la doctora en química e Investigadora de Conicet, Verónica Lassalle. Ella es la otra responsable del proyecto.