El pasado 6 de julio, se dio a conocer la inhóspita situación que padecen los aspirantes a policía de Catamarca. En su condición de pasantes realizan el mismo trabajo que sus compañeros efectivos, cobrando tan solo una beca, que claramente no cubre las necesidades en una economía en crisis. Son 508 los aspirantes que trabajan en la provincia hace meses, en esta situación de pandemia, en la que ponen en riesgo su salud y vida. Sin embargo, la vocación no alcanza para alimentar familias. Esperan la firma de un decreto que les garantice el trabajo estable.
La situación se complicó con el regreso a Fase 1 en Catamarca. Los trabajos son más intensos y más peligrosos, lo que requiere más remuneración. Por ello, familiares, amigos y solidarios con la causa, recuerdan en las redes el pedidos, entre ellos se puede leer este comunicado: “Sr. Gobernador Raúl Jalil, como policía retirado me uno a la petición de estos chicos que han cumplido con todos los requisitos para ser integrantes de nuestra fuerza. Es inadmisible la forma en que se tiene trabajando a este personal, con una beca y con todo el riesgo que están corriendo en las calles lo considero discriminatorio y un acto cruel. El de no haberles firmado en su momento el decreto y que hoy se ven obligados a reclamar por este medio”.
Carta de los aspirantes a policía hacia el gobernador
“Sr. Gobernador, los aspirantes de la Policía de Catamarca le pedimos que, lo más pronto que pueda, firme los decretos que nos incorpore a la Cata Fuerza. Somos 508 aspirantes que ya estuvimos en la primera etapa de la cuarentena y que ahora volvemos a estar. Cobrando poco y trabajando mucho, con vocación pero también con necesidades, pues la beca ayuda, pero no alcanza”. Empieza la carta dirigida al gobernador Raúl Jalil.
Y continúan detallando las experiencias y emociones encontradas de los aspirantes: “Otra vez la primera línea de controles nos convoca y allí estaremos en pos del bienestar de los ciudadanos. Solo pedimos ser escuchados. Por nosotros y por nuestras familias, por el esfuerzo de los 7 meses que llevamos de labor, con 8, 12 y hasta 16 horas de trabajo diarias. A veces poniendo de nuestro bolsillo para alimentarnos y comprar los elementos de higiene y cuidado. Muchos tenemos hijos, dejamos otros trabajos, cumplimos las distintas etapas para estar a la altura de la Policía de Catamarca. Y pensamos que es momento de tener tranquilidad de que la voluntad sea valorada”.
A su vez, además de la precariedad, los familiares de los aspirantes contaron cuáles son sus miedos: “Si ellos contraen el virus nadie se va a hacer cargo. Al igual si les llega a pasar otra cosa. Ya hubo casos de aspirantes que le pasaron distintas cosas. Sabemos que hay chicos que están aislados por sospecha de coronavirus. Las familias de ellos no reciben información y están muy preocupados. Otro está internado por un accidente y no reciben una solución”.
