En la jornada de este viernes, el Vaticano anunció un manual para tratar casos de abusos menores. Esto fue una iniciativa impulsada por el papa Francisco y la publicó la Congregación para la Doctrina de la Fe. El libro tiene 30 páginas, y 9 capítulos en los que se explica el paso a paso que tiene se tiene que seguir en caso de denuncia de violaciones cometidas por clérigos. Es un instrumento destinado a ayudar a los juristas que necesitan traducir en acciones concretas la legislación canónica.
En primer lugar, el manual que publicó el Vaticano “Se pide a las autoridades eclesiásticas que deben esforzarse para que la presunta víctima y su familia sean tratados con dignidad y respeto”. Además, “deben acogerlos y ofrecerles escucha y seguimiento, incluso a través de servicios específicos, así como asistencia espiritual, médica y psicológica, según cada caso concreto”. También recuerda la importancia de proteger “la buena fama de las personas implicadas”.
“Aun cuando sea evidente que cometió el delito, el acusado debe tener siempre garantizado el ejercicio del derecho a la defensa”, afirma el texto del Vaticano. En el capítulo 9 se subraya que desde el momento en que se recibe la noticia de un posible hecho, “el sospechoso debe poder solicitar la dispensa de todas las obligaciones inherentes al estado clerical, incluido del celibato, y, si fuera el caso, de los eventuales votos religiosos”. Dicha solicitud debe ser presentada por escrito al papa, a través de la CDF.
Además, el manual del Vaticano aclara que “se debe usar responsablemente toda la información de la causa”. El documento sugiere evaluar cuidadosamente todos los datos recibidos y profundizar en ellos. El tercer aspecto se refiere a la comunicación: en varios puntos del Vademécum se recuerda la obligación de respetar el “secreto de oficio”. Se subraya que, durante la investigación previa, la presunta víctima y los testigos no tienen la obligación de guardar “silencio respecto a los hechos”.
Los otros aspectos del manual del Vaticano
En otro aspecto, el manual del Vaticano detalla la importancia de la colaboración entre Iglesia y Estado. Al mismo tiempo, se recuerda que “el trabajo de investigación debe realizarse respetando las leyes civiles de cada país”. Por último, se destacan otras indicaciones particulares. La primera se refiere a las medidas cautelares. Estas no se tratan de una sanción, sino de un acto administrativo. La segunda indicación se refiere al uso del término suspensión a divinis para indicar la prohibición de ejercer el ministerio.