Es grande el crucifijo que carga el municipal al que le pasó un camión por encima del pie durante una protesta en Higiene Urbana de la municipalidad de la Capital porque su martirio no termina. Lo abandonaron a su suerte y mendiga un bolsón para comer. Según la mujer del obrero, nadie se hizo cargos de los remedios y la atención médica. Tuvieron que vender cosas para comer. Dijo que los funcionarios de la comuna capitalina la hacen esperar horas. Además expreso que le tiran 2 mil pesos cuando los encuentra y que lo recibe porque no le queda otra. Humillación.
“Soy Andru López, esposa del precarizado accidentado hace 4 meses en la manifestación de Higiene Urbana. Le comento que hasta el día de hoy nadie se hizo cargo de los gastos de los remedios, las fisioterapias, las consultas al médico”, escribió la mujer. A su vez agregó que no tienen obra social y que mendigan mercadería para comer. Aseguró que no puede dar con el intendente Gustavo Saadi.
“Después que mi esposo salió del Sanatorio Junín al cual ellos lo quisieron llevar, estuvo ahí 12 días internado, le hicieron 2 cirugías para reconstruirle el pie ya que tuvo aplastamiento de ligamentos, de carne. Una vez que salió del sanatorio nadie se hizo cargo. Ahora tengo que andar implorando una ayuda económica. Voy a verlo a Alberto Natella a las 8 y hasta el mediodía me tienen a la espera para darme 2 mil pesos (mil sale la consulta del médico (no tenemos obra social) y le juro que los recibo porque no tengo un peso, ya vendimos lo poco que teníamos, no me queda más nada. Yo perdí mis trabajos”, comentó Andru la esposa del obrero Pablo Adauto a El Aconquija.
“Le mandé mensajes al Gobernador, al intendente, pero ninguno da la cara para hablar” expreso. “No hay abogados en Catamarca que quieran hacerle juicio al Estado porque el 95% de los profesionales son de ellos y la verdad que no doy más. Tengo a mi esposo sin poder caminar todavía”, manifestó Andru a este diario. Incluso pidió que le donen una hido y una aspiradora para poner un lavadero y sobrevivir pero no tuvo suerte. Nadie atiende el teléfono. Al parecer el gremio también desapareció.
“Tengo anotado peso por peso que Dayana Cipitelli me dio. Tengo los recibos del taxi, de los remedios que gaste, las consultas al médico, etc, etc porque seguro que saldrán a decir que me ayudan. Al igual que andan diciendo que a mi esposo lo indemnizaron y que ya está en contrato lo cual es todo mentira porque tengo que andar penando por un bolsón o una ayuda económica” finalizó la mujer entre lágrimas.
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