Un empleado, de apellido Varela, de la municipalidad de Valle Viejo que trabaja de sereno grabó un video para mostrar cómo la gestión de la intendenta Susana Zenteno (Frente de Todos) persigue a los obreros y que en su caso le sacan los focos para dejarlo sin luz y que permanezca a oscuras. En la denuncia que llegó a El Aconquija se señala que el hombre sufre de los riñones y no tiene baño. La pregunta no solo está orientada al accionar de los funcionarios, ¿sabe la jefa comunal? ¿y los gremios?
“Si, una vez más la gestión de Zenteno castigando a los empleados. Este chico está de sereno en el Anfiteatro de Valle Viejo y le sacaron todos los focos, lo dejaron a propósito sin luz. Dónde están los derechos de este trabajador que merece desempeñarse dignamente? Basta de denigrar a los empleados, este chico tiene problemas de riñón y ni baño tiene”, se comenta en un mensaje que llegó al Correo de El Aconquija.
Zenteno asumió y cesanteó a empleados de la administración anterior de Valle Viejo. La gente resistió para no quedarse sin trabajo en un golpeado por la pandemia pero la intendenta no aflojó y redobló la puesta sobre los despidos. En el medio hubo una fuerte represión policial. Las personas cesanteadas tampoco pudieron acceder a otros beneficios que se daban excepcionalmente por el coronavirus en el país debido a su situación indefinida, caso judicializado.
El tema de los Derechos parece estar entre paréntesis, sobre todo en tiempos de pandemia. Hubo un avasallamiento laboral e institucional y la justicia no tiene la fuerza, ni la independencia ni las ganas de poner un poco de orden. Tanto el Ejecutivo provincial como el municipal, avanzaron en cualquier dirección sin resistencia a sus caprichos. De los gremialistas no se puede esperar nada porque hicieron campaña para la intendenta y hoy son incluso parte de la patronal.
Dejar a oscuras recuerda a viejas prácticas antidemocráticas, Ayer presentábamos un ejemplo similar, pero a la inversa. Tras una violenta irrupción de la policía en una vivienda en Antofagasta de la Sierra y una golpiza que desfiguró a un joven, cuando los amigos y familiares fueron a reclamar, el uniformado le alumbraba los ojos con una linterna y los echó de la Comisaría. Una cosa es la autoridad y otra el autoritarismo. Parece que hay personas con funciones que no están preparadas para ejercer la autoridad o el poder. Esto sobre todo o aun cuando los ciudadanos incurran en errores o faltas.
