Siempre encontramos novedades para evitar las prioridades. El orden del título no es casual, del hobby o furor por la robótica que promueve el Gobierno de Catamarca al internet que no tenemos para hacer un simple trámite. Vamos de adelante para atrás en lugar de ir de atrás para adelante. En el interior provincial, pasan horas haciendo colas y esperando meses por un trámite que se hace en el acto en PAMI, ANSES, etc. En pandemia, la falta de comunicación puede significar la muerte.
El tema no es baladí, no es solo la robótica que puede presentarse como el futuro de los catamarqueños o un trámite burocrático que tarda una semana menos o una semana más. Debido al actual contexto de pandemia, la falta o mala comunicación puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Familias enteras pasan el día con el “Jesús en la boca” porque no pueden hablar directamente con sus allegados y amigos.
Es sorprendente la mala comunicación que hay en el interior, incluso en departamentos considerados grandes. Por caso Antofagasta de la Sierra está acostumbrada a vivir sin internet o buscar lugares específicos para ver si mete un WathsApp. Andalgalá tampoco tiene buen servicio a pocos kilómetros del centro. En los distritos andalgalenses el internet es lamentable. Vecinos del norte de Belén viajan a la ciudad belicha para hacer un trabajo o cumplir con una tarea.
En una época donde todo se maneja en formato virtual, a la fuerza, por la pandemia, ningún trámite nacional o provincial puede hacerse sin teléfono. La famosa despapelización por fin llegó, pero no tiene en Catamarca la estructura ni la logística que se necesita para suplir al viejo mecanismo que coexiste por inoperancia e ineptitud de las autoridades que no supieron ver la importancia de la era digital, que, por supuesto, no comenzó con la pandemia.
Como resultado la gente reniega y se enoja (con razón). Que la sociedad catamarqueña permanezca aislada, no solamente por el Coronavirus, sino por la pésima comunicación, implica reconocer que la provincia aún vive en la edad de piedra. Mientras tanto, el Gobierno de Catamarca que hoy conduce Raúl Jalil está entusiasmado con la robótica creyendo ingenuamente que va con los avances del mundo.
