Con la presencia de fieles devotos, se realizó la tradicional Bajada de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle desde el Camarín hasta el Paseo de la Fe. De esta manera, iniciaron las fiestas en honor de la “Pura y Limpia Concepción del Valle”. La ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien trasladó en sus brazos a la Imagen cuatro veces centenaria.
Luego de tres festividades virtuales por la pandemia, los fervorosos devotos saludaron a la Virgen del Valle con cantos, vivas y pañuelos en alto. Por la situación epidemiológica, este rito, que habitualmente se realiza en el interior del templo, se llevó adelante al aire libre. A los cientos de fieles movilizados en el Paseo de la Fe, se sumaron muchos otros de distintas latitudes del país a través de transmisiones.
El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, agradeció la presencia de los fieles y pidió mantener los cuidados personales. “Seamos muy cuidadosos con las medidas de prevención. Que nos ayudemos los unos a los otros a ser precavidos”, remarcó. Asimismo, en diálogo con los presentes invitó a que “roguemos a lo largo de toda la Novena en su honor que ya no tengamos que padecer futuros aislamientos”.
“Demos gracias a Dios y a la Virgen del Valle que hoy podemos participar en este solemne rito de la Bajada de la Sagrada Imagen. Este rito que solemos hacer para empezar a honrar a nuestra querida Reina del Valle debe motivarnos a profundizar más nuestro amor a Dios y al prójimo. Todo esto nos debe hacer mejores ciudadanos, constructores de una sociedad más justa, fraterna, unida e inclusiva”, destacó.
¿Cómo continúan las fiestas en honor a la Virgen del Valle?
El canto de los fieles se hizo intenso y los corazones extasiados saludaron a la Madre Morenita que ingresó al interior del Santuario. Desde el templo, presidirá las fiestas hasta el 6 de diciembre, cuando será llevada hasta el Parque Adán Quiroga, para vivir las últimas tres jornadas. Por último, anoche se realizó el cierre de misa de homenaje de los medios de comunicación social a la Madre del Valle.
