En los últimos años las redes sociales se llenaron de memes. Cualquier suceso extraño o gracioso que ocurra, los usuarios rápidamente lo convierten en un chiste y lo hacen viral. Uno de los más recientes, es la historia del bebé enojado que se transformó en un meme internacional. La protagonista es una niña que nació en Brasil, y a los pocos segundos su imagen ya recorría el internet.
Rodrigo Kunstmann fue el fotógrafo encargado de tomar la primer imagen de Isabella, quien nació en febrero en Río de Janeiro. Su madre Daiane de Jesús Barbosa, esperaba que la beba llore, sin embargo esta sólo mostraba cara de enojada. Según relató el profesional a la Revista Crescer, la bebé “abrió mucho los ojos, pero no lloró”. “El médico incluso tuvo que decirle: ‘¡Llora, Isa!’. Hizo esa expresión seria y solo comenzó a llorar después de que le cortaron el cordón umbilical”.
Finalmente, el fotógrafo logró obtener la imagen de Isabella llorando. “Fue una secuencia de 15 fotos desde el momento en que el médico realizó el parto hasta que se acercó el regazo de la madre. Duró menos de cinco segundos”, explicó Kunstmann. A su vez, Rodrigo contó que al ser tan rápido el parto, demoró un tiempo en ver y apreciar la icónica foto. No obstante, al salir de la sala la vio y no logró contener las ganas de mostrarsela a la familia.
“Tan pronto como salí de la sala de operaciones, le mostré la foto a los miembros de la familia. Todos se echaron a reír y dijeron que se convertiría en un meme”, continuó detallando el fotógrafo. Por su parte, la madre de Isabella bromeó: “Pensé, ¿qué cara está haciendo? Mi hija nació como un meme“. Dos días después del nacimiento, Rodrigo publicó la imagen en Facebook y demostró que las suposiciones fueron acertadas.
La foto se volvió viral al instante, a más de 3 mil personas les gustó la publicación que se expandió a otras plataformas. A los días Kunstmann realizó otro posteo en donde escribió: “Hoy es mi nacimiento y ni siquiera tengo ropa para este evento.¡Isa se volvió viral, se convirtió en un meme!”. Daiane aseguró que Isabella ya no tiene esa expresión enojada, “sólo arruga la frente cuando quiere amamantar o hay que cambiarle el pañal”.
