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La bifurcada

Opinión

La bifurcada

Los veteranos fueron descartados para ocupar las vacantes en la “nueva” Corte.

No tiene sentido poner 2 jueces viejos en la ocurrente Corte de Justicia de 7 miembros que sueña el peronismo. Por eso se descartaron nombres de fanáticos abogados militantes del PJ catamarqueño. Poner jueces probos pero a poco de cumplir 65 años implicaría tener que repetir en breve el papelón de otra supuesta reforma judicial. Un par de doctores relativamente jóvenes impuestos por el oficialismo podría garantizar al menos una “década de impunidad”.

Un viejo (con cariño siempre el término) no podría cumplir esas expectativas oficialistas. Es muy costoso políticamente para ser de tiro corto. Por ello, los veteranos fueron descartados antes de largar la carrera para ocupar las vacantes en la “nueva” Corte. La esperanza son los jóvenes que están siempre dispuesto a cambiar esta realidad para siempre, lo único que piden es la oportunidad para demostrar que son más de lo mismo y que cada hombre tiene su precio.

Suenan por ejemplo el fiscal Navarro Foresi y la presidenta del Colegio de Abogados de Catamarca, Fernanda Rosales. El primero es la pareja de una funcionaria del Ejecutivo provincial (hoy se llama en “unión convivencial”) y en el segundo caso se trata de la hija del dirigente peronista Guillermo Rosales, asesor de la gestión Corpacci-Saadi. Fernanda además es vocal en la empresa estatal CAMYEN pero a pesar de ser militante ensaya su discurso “objetivo” en la prensa con pauta oficial.

De manera que las garantías sobran, no para la gente sino para que el Gobierno tenga su Corte adicta. Estos jóvenes afortunados y con buenos contactos terminan teniendo una carrera meteórica (fiscal-camarista-Corte), o bifurcada, al punto de ser parte del problema y ofrecerse como solución. Ser funcionaria, militante, fanática para actuar más tarde desde lo serio, grave e institucional es hacer el ridículo en público, ahora dar un salto a la Corte ya roza lo obsceno.

Mientras tanto se hace lobby y se apresura la jugada oficial, que compiten con la contraofensiva opositora que no llega (el amparo). Una estrategia para este tipo de estafa es mostrarse inofensivo y no dar mucho tiempo para pensar. Comprender la gravedad requiere de un espacio de debate. Por eso la urgencia. En este sentido, la pandemia vino al pelo. El aspecto inofensivo de los postulantes también servirá para arrepentirnos cuando ya sea demasiado tarde.

Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija