Opinión

Recreo: el intendente Luis Polti, el Dr. Contreras, el tribunal de la Historia y Dios

Infidencias del jefe comunal recreíno y algunas conclusiones.

Recreo

Cuántos tipos enfermos en la política catamarqueña. El caso Polti en Recreo es paradigmático para analizarlo desde el punto de vista político, sicológico, electoral y económico. Contaremos algunas infidencias del intendente peronista y adelantamos algunas conclusiones. ¿Cómo terminará “Lula”? ¿Muerto o con un muerto, intervenido, preso, perderá el poder una vez concluido su mandato, con fuertes mensajes en las PASO 2021 y en noviembre?.

Ante todo, contarles que el propio gobernador Raúl Jalil le ofreció ayuda económica para reincorporar a cesanteados que mantiene en el aire desde que asumió el intendente recreíno. “Lula”, en lugar de aceptar el dinero y resolver el conflicto, se negó argumentando que “le quieren manejar el municipio”. Desde ese momento supimos que, no es un problema económico o de falta de recursos, sino político o sicológico, relacionado al “liderazgo” del jefe comunal recreíno.         

Tras la presentación de ATE por parte del abogado Iván Sarquis, hay una orden de la Justicia catamarqueña para reincorporar a los cesanteados. Polti se declaró en rebeldía y se negó a obedecer desconociendo al Poder Judicial. Así como tuvo una negativa incomprensible para el gobernador, en la misma línea, se resiste a aceptar o acatar la disposición judicial. A pesar de que puede ser sancionado con una multa diaria, “Lula” lo dilata ociosa e infructuosamente.  

Hay una hipótesis atada al origen del mal que implicó una cadena de decisiones políticas oscuras. Al asumir parece que Polti preguntó a sus asesores de dónde podían sacar plata y no se les ocurrió mejor idea que echar gente. La estrategia no solo implica dilatar para que pague el que viene sino también jugar con el plato de comida de 60 familias. Raro (o no tanto) que el Dr. Fernando Contreras lo avale y sea cómplice. Es peligroso c… de hambre a la gente para ostentar poder.

En la historia política se llama enfermedad de Hubris (desmesura). Es la enfermedad natural de los palacios alimentada por las ceremonias, los protocolos y actos fastuosos del poder.  El enfermo de poder es víctima de teorías conspirativas, tiene enemigos reales pero sobre todo imaginarios. La enfermedad del poder la padecen los líderes endiosados. En este sentido, los cortesanos, bufones y enanos son fundamentales para mantenerlo aislado o alejado de la realidad. Enajenado.  

Polti está desquiciado, no se puede esperar otra cosa en Recreo que una tragedia. El PJ no se hace cargo de que Lula se dice justicialista y se presentó con el Frente de Todos. Lo miran como si no fuera suyo. El caso es grave. El intendente no concibe que comete faltas, siente que está más allá de la ética de los miserables mortales. Solo rendirá cuenta ante el Tribunal de la Historia y ante Dios que, finalmente, ensalzará o ennoblecerá sus abusos y atropellos terrenales.

Por Juan Carlos Andrada

Especial para El Aconquija.

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