Este fin de semana fue traumático para una familia en la localidad de los Ranchillos, de la provincia de Tucumán. Un delincuente intentó robar en una casa, pero no se esperó que el dueño de la misma fuera policía y se defendiera. El malviviente resultó herido en la pierna, luego de que el efectivo de la fuerza de seguridad tucumana le disparara con su arma reglamentaria.
Una familia tucumana vivía un sábado tranquilo en la localidad de los Ranchillos. Un ladrón conocido en la zona, apodado el “Fierro”, irrumpió en el domicilio con pretensiones de asaltar el domicilio. En ese momento, el cabo Adrián Figueroa lo reconoció y comenzó un forcejeo. En delincuente, golpeó a la esposa del efectivo, se escapó y volvió con más personas para terminar el robo.
El efectivo pensó que ya todo había pasado, y se dedicó a atender a su esposa quien estaba golpeada y nerviosa por la situación vividas momentos atrás. Pasaron uno 10 minutos, y la tensión volvió a la casa de la familia Figueroa. “Fierro” reclutó a cuatro cómplices, y regresó con toda la furia al domicilio, buscando no solo robar, si no que también agredir al policía.
Allí, nuevamente comenzaron los forcejeos entre el efectivo y los delincuentes. El Comisario Mayor, José Carlos Valdez, aclaró: “El Cabo resguardó la integridad de su familia. El utilizó su arma porque el asaltante golpeó a su mujer con extrema violencia en la cabeza. Fue la mujer la que le acercó el arma para poder defenderse. Pasaron diez minutos y regresó con sus cómplices armados. Por eso tuvo que defenderse”.
En ese momento llegó la fuerza de seguridad, y pudieron atrapar al ladrón ya que estaba lastimado en su pierna. El mismo fue derivado al Centro de salud, para poder atender la herida. La fiscalía no ordenó la detención del Cabo Figueroa, pero si se secuestraron elementos que servirán para la investigación como un machete, una moto, un cuchillo y el arma reglamentaria.