El pasado sábado se vivieron momentos de tensión en la capital de la provincia de Tucumán. Cuatro hombres se enfrentaron a los disparos, y un menor de dos años fue herido en el cuello. Este lunes los familiares del menor se dirigieron a la zona a reclamar por justicia, el ánimo se caldeó, algunos de los integrantes de la marcha reconocieron la vivienda del sospechoso y la quisieron quemar.
El pasado sábado, un hombre de 48 años estaba afuera de su casa, en avenida Américo Vespucio, de San Miguel de Tucumán, jugando con su nieto de dos años. En ese momento pudo observar que dos masculinos eran perseguido por otro par. Según informa el abuelo del menor herido, los malvivientes sacaron sus armas y se trenzaron a los disparos.
Todo se volvió tenso en ese momento, y el menor quedó justo en medio del tiroteo entre los malvivientes. Uno de los disparos le impactó en la nuca al niño, y forzó la desesperación del abuelo, quien pidió ayuda a un vecino y lo trasladaron al Hospital del Niño Jesús. El menor quedó internado desde ese día y se encuentra en estado reservado hasta el momento.
Este lunes, los familiares del niño se dirigieron a la zona para realizar reclamos y pedir justicia. El jefe de la comisaría XIII, Cristian Herrera expresó: “En medio de la protesta, los ánimos comenzaron a caldearse y empezaron a tirar piedras contra el personal policial y contra la fachada de la vivienda del sospechoso. Algunas de las personas presentes incluso arrojaron bombas molotov y cubiertas encendidas hacia las paredes de la casa”.
Esto provocó la intervención de la policía para evitar que se termine de quemar la vivienda. Los familiares no se quedaron tranquilos y siguieron agrediendo a los efectivos policiales. El abuelo del menor fue llevado detenido por los funcionarios de la fuerza y trasladado a la comisaría. Finalmente la Fiscalía Criminal de la primera nominación dispuso que no se lo mantenga preso.
