Aislaron a Nahir Galarza en una celda individual por una pelea con otra reclusa. La joven tuvo una discusión con Silvia Romero por el tiempo de uso del teléfono público. Esto se intensificó hasta terminar en violencia física, lo que le costó a Galarza su segunda sanción. Ocurrió en la Unidad Penal N°6 de mujeres en Paraná, en Entre Ríos.
Galarza fue encarcelada por asesinar a su novio, Fernando Patorizzo, el 29 de diciembre de 2017. Ella había declarado haberlo matado accidentalmente, después de decir que no lo había visto el día que ocurrió el homicidio. Se probó su culpabilidad y la sentencia para la joven fue una cadena perpetua. El caso fue intensamente seguido por los medios del país, incluso cuando la chica ya estaba presa.
Este año, Nahir recibió dos sanciones. La primera ocurrió hace unos meses por haber subido fotos a las redes sociales desde la cárcel. Posó juntó a una compañera bajo la frase “Cumpliendo la maldita condena”, que se hizo rápidamente viral. Era la segunda vez que le encontraban un celular. En esa oportunidad, la chica de 21 años fue enviada a una celda castigo.
Esta vez, el conflicto empezó cuando Silvia le reclamó el teléfono, ya que quería comunicarse con su familia. Nahir le tiró el teléfono y la empujó. Después la golpeó en la boca y la tiró al suelo. La reacción violenta de Galarza ocurrió después de que varias reclusas le pidieran que terminara su llamada para usar el teléfono. Luego de la golpiza, el personal de la cárcel intervino.
Posteriormente se tomó la decisión de separarla de las demás internas. Las reclusas dijeron que la segunda involucrada en la pelea no era violenta. Luego contaron que Galarza se había rasguñado a sí misma para dejarse marcas. No es la primera vez que tiene problemas por extenderse en el uso del teléfono. Solía tener este conflicto con sus compañeras de otro pabellón.
