Con el 2020 a menos de tres meses, la posibilidad de que el Papa Francisco visite la provincia de Catamarca retoma fuerzas, sin embargo, lejos está de encontrarse preparada para un evento de esta magnitud. La visita sería en el marco de los 400 años del hallazgo de la Virgen del Valle, cuya gruta hoy se encuentra descuidada y casi abandonada. Los esfuerzos de las autoridades se encuentran enfocados en la campaña política y no en la puesta en valor de los sitios religiosos.
La posibilidad de esta visita comenzó a circular en mayo de este año. En ese marco, se calculó que la llegada de Francisco a Catamarca atraería a casi un millón de personas. Esto supone un desafío para la provincia, sobre todo si se tiene en cuenta que la Gruta de la Virgen del Valle se encuentra en mal estado, abandonada, sin agua y con los baños sucios. Es decir, no presenta un estado adecuado para recibir la visita del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica ni a los creyentes religiosos.
Junto con estas falencias, se suma la falta de planificación a nivel de seguridad, servicios públicos y alojamiento, ante una posible llegada de más personas de las que Catamarca suele recibir, incluso en temporada alta de turismo. Otro dato que apoyaría la versión de una visita papal en el 2020, fue el hecho de que Estados Unidos regalara a Defensa Civil de la provincia una carpa de campaña para el evento.
Si bien no hay ninguna localidad completamente preparada para una visita del Papa Francisco y su habitual convocatoria multitudinal, en el particular caso de la ciudad catamarqueña, ninguna autoridad notició las condiciones deplorables en las que se entreuntan las instalaciones a visitar, por lo que tampoco se intenta disimular la situación. De hecho, mientras se especula con la concreción de una de las visitas más esperadas desde que Francisco asumió el cargo papal, los responsables de la provincia se encuentras abocados a la campaña política.
Así, ante este panorama y en razón de las actividades a desarrollar en esta visita, debe hacerse un análisis conforme de los recursos existentes, tiempo de permanencia de su santidad en territorio catamarqueño, actividades a desarrollar e infraestructura existente para ir desarrollando un plan; teniendo en cuenta que los servicios van a colpasar, aun cuando el Papa no se quedará en la provincia por más de 24 horas. Aún así, desde el gobierno provincial parecen haber dejado todo para que, justamente, se encargue Dios.
