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Política

Jalil comienza con la privatización parcial de una obra social estatal

Se dispuso avanzar con la privatización de la farmacia de la Obra Social de los Empleados Públicos.

Se dispuso avanzar con la privatización de la farmacia de la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP). La medida se lleva adelante en el marco de un polémico reordenamiento de los números de la institución. Cabe recordar que la institución es gestionada hoy por el Dr. Norberto Bazán. La decisión es aún desconocida por los afiliados. Ellos ya vienen molestos por la disposición oficial de no autorizar derivaciones a otras provincias para tratar todo en Catamarca. Esta disposición se hizo con el objetitvo de ahorrar.

A pesar de que la OSEP nuclea con descuento automático a todos los empleados públicos de la provincia, los administradores de la gestión peronista vienen hablando de números en rojo. Por esto, se trastocó el sistema de atención a los afiliados. La gestión Cabur era cuestionada por ineficiente pero se mantenían los servicios. Al asumir Bazán al frente de la OSEP, la cuestión económica fue en desmedro de las prestaciones médicas.

Privatización sin consenso


El otro temor era la privatización de la obra social pública. Esta idea era asociada por la gente con el empresario y actual gobernador, Raúl Jalil. La Corporación Jalil tiene el negocio de la salud y le presta servicio al Estado, tiene una red de farmacia y ambulancias, entre otros. La privatización de la OSEP saltó como tema en la campaña política pero el efecto nacional en contra de Macri y el arrastre de votos de F-F, fue determinante en el triunfo peronista catamarqueño.

Si bien varias voces se levantaron en contra de tal posibilidad, el gobernador Jalil se caracteriza por avanzar sin consenso y no escucha ni siquiera a los propios, razón por la cual los gremialistas y voces aisladas poco han podido hacer para contrarrestar semejante embestida institucional. Por caso, Bazán fue puesto por Jalil, justamente el perfil de hombre que haría cualquier cosa para cumplir con los objetivos de estos funcionarios-empresarios.

La incertidumbre nace en los empleados que reconocen la importancia de tener una obra social estatal a diferencia del trato que puede recibir los afiliados si la OSEP fuera privatizada. Por lo pronto ya se comunicó la decisión al personal, no así a los afiliados que se están enterando en esta nota de “El Aconquija” las intenciones de los actuales administradores de la cosa pública. La salud es un negocio y la farmacia da pérdida. Empezaron por ahí.