Si bien el Gobernador Raúl Jalil espera que el Presidente Alberto Fernández pueda visitar también Catamarca atento a que estaría confirmada su presencia en la vecina provincia de La Rioja. Una de las variables que se baraja es que, en caso de que Alberto descarte Catamarca, sea Jalil el que viaje a La Rioja, lo que implicaría que el Gobernador y la comitiva tenga que someterse a cuarentena hasta tener el resultado del hisopado que descarte CV-19.
A decir verdad, la presión de Jalil para que el Presidente venga a Catamarca puso en duda la visita de Alberto también a La Rioja. Jalil quiere un poco más de prensa nacional respecto al único Caso Cero de CV-19 que queda en el país pero lo cierto es que Alberto no tiene ninguna obra que inaugurar en Catamarca por lo que llegaría solo para levantarle el “brazo de campeón” al Gobernador catamarqueño por no tener casos confirmados de coronavirus.
El arribo de la comitiva presidencial pone en riesgo el Caso Cero atento a que se romperá el protocolo aun siendo muy cuidadosos. Fernández tendría que hacerse un test para descartar CV antes de salir de la Rioja o Buenos Aires pero también toda la comitiva. Irán al Hospital Monovalente y cruzarán toda la ciudad para dirigirse a La Gruta, además se prevé una visita a una fábrica. En el medio, choferes, policías, gendarmería, aeropuerto, curiosos, mucha gente detrás.
Distancia
En este marco es difícil mantener la “distancia” por lo que el capricho de la visita presidencial conlleva costos muy altos en Catamarca. La expectativa política se mantiene y no se descarta la presencia de Alberto en la tierra de la Virgen del Valle pero dispara las más diversas opiniones debido a que la gente entiende que hay cosas que no se van a hacer en relación con las medidas de prevención rigurosas que corresponden.
Trascendió que Ricardo Quintela, el gobernador riojano, llamó a Jalil y sutilmente le pidió que deje de meterle presión al Presidente porque pone en riesgo la presencia de Alberto en La Rioja. Muchas veces, estos encuentros solo sirven para arrancarle algún compromiso económico para alguna obra futura. Se pierde el tema de fondo o el más importante, el sanitario, notable en los discursos que hacen cada vez que agarran un micrófono pero difícil de sostener en la praxis política.