La justicia duerme ante hechos criminales y corrupción estatal descriptos en El Aconquija. En Londres el hijo el intendentes Gilberto Santillán exportó nueces utilizando la infraestructura del Estado, en Hualfín una camioneta de la municipalidad que administra Marcelo Villagrán en la ruta a 200 km/h, en tanto el hijo del intendente Daniel Ríos de la ciudad de Belén compró un auto de alta gama aprovechando un viaje oficial a Buenos Aires violando la cuarentena.
Enero de 2020 un vecino de Belén persiguió y grabó a una camioneta de la municipalidad de Hualfin para poder mostrar que conducía irresponsablemente a 200 Km/h. La indignación del lector de El Aconquija lo llevó a poner el vehículo particular detrás de la camioneta oficial en el trayecto Belén-Hualfín. En un momento mordió la banquina y casi se matan, o podrían haber matado a alguien. Bajó a 100 km/h en el ingreso a Hualfín por la avenida principal.
Por su parte, el Intendente “Telchi” Ríos viajó a Buenos Aires a comprar un digitalizador de imagen para el hospital de Belén. De regreso levantó a otra persona en Córdoba, la dejó en San Martín pero más tarde cerraron la Legislatura de Catamarca porque desconfiaron de que pudiera tener CV-19. Parece que el hijo del intendente belicho aprovechó el viaje oficial y compró un auto de alta gama en Lomas de Zamora. La cuarentena posterior fue tardía y pura casualidad.
Asimismo el Gobierno de la provincia publicó en las redes sociales que el hijo del intendente de Londres (Belén), Gilberto Santillán, exportó por segunda vez nueces utilizando la Planta Procesadora Municipal. El hijo que lleva su nombre y que de cariño le llaman “Gilber” con solo 27 años ya hizo su segunda exportación a Italia pero con la Planta Procesadora Municipal y comprando nueces a los productores locales a precios muy inferiores a los del mercado.
Guantes blancos
Cuándo van a investigar muchachos a los verdaderos corruptos y delincuentes de guantes blancos, los que se aprovechan del Estado y le quitan al pobre. Por qué los vecinos deben arriesgarse y enfrentarse con otros vecinos porque los fiscales y jueces no tienen los cojones para hacerlo. Cuándo una investigación de oficio. Le hacemos prácticamente todo el trabajo y encima los denunciantes son los perseguidos. Sueldos tirados, un rol desprestigiado por ustedes mismos.
