Política

Un intendente se lleva la ambulancia a la casa

La ambulancia en la casa del intendente.

Otro capítulo para la salud pública de Catamarca. De las “mini-ambulancias” que entregan en Catamarca, pasamos a las miniambulancias que los intendentes llevan a su casa vaya a saber para qué. Para peor no se puede ni mentir que había una urgencia en la casa del jefe comunal de Belén, Daniel “Telchi” Ríos, porque está estacionada sobre la vereda (otra infracción). Son esas “anormalidades” que los lunes los funcionarios quieren dibujar como “normales”.

Lo único claro es que la ambulancia debe estar en el hospital (en ningún otra parte) o el municipio y que una vez en el departamento debe hacerlo de manera inmediata, urgente, al margen de la burocracia y protocolo que solo sirve para politiquear con los fondos públicos sobre “gestiones” y “acciones” que les corresponde a los funcionarios públicos que parecen olvidar fácilmente que son empleados de la comuna, por un tiempo limitado, con un sueldo que paga el pueblo.

Lo cierto es que el intendente radical “amigo” del Gobernador, Raúl Jalil, no deja de andar de escándalo en escándalo. De acuerdo a los primeros datos, el belicho que maneja la billetera en la Cuna del Poncho compra las ambulancias y los vehículos oficiales en la concesionaria de la familia del Primer mandatario catamarqueño, es decir a la Corporación Jalil. Pero, no solo pasa en Belén, los negocios corren parejito en toda la provincia a pesar de la pandemia.

De eso no se habla

De transparencia no le gusta hablar a ningún político, de números menos. El manejo de recursos sigue siendo un misterio para la población y los funcionarios creen que con la excusa del CV-19 “vale todo”. El lunes es el día de las excusas, que, “falta esto”, “sobra lo otro”, que “hablan sin saber” pero no tienen drama en ir detrás de los hechos como si las explicaciones tardías fueran inmunes a la estupidez de tener una ambulancia parada en la casa del patrón de turno.

La muletilla de que son “acusaciones políticas” es típica de politiqueros. Si fueran transparentes y honestos no dejarían lugar a dudas a la comunidad pero les gusta jugar a ser honestos con argumentos poco creíbles subestimando al vecino, al soberano. El intendente compra ambulancias para tenerlas en la casa, total, cualquier cosa lo despertamos de dormir la siesta para que nos pase las llaves por la ventana. En su defensa, los alcahuetes dirán que “Telchi” no es de sueño pesado.

Por Juan Carlos Andrada

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