CATAMARCA.- (Por Juan Carlos Andrada) La semana pasada le contamos en El Aconquija que el intendente Daniel “Telchi” Ríos se había llevado la Ambulancia a la casa supuestamente “para que no la rayen”. Ahora resulta que la intendenta de Fiambalá, Roxana Paulón, hace más de un mes tiene una ambulancia 0 Km “guardada” en un galpón municipal llenándose de tierra porque el gobernador Raúl Jalil postergó su visita varias veces por un problema de agenda oficial.
Burocracia versus necesidad:
Así como resulta reprochable que el jefe comunal Belicho se lleve la unidad de traslado a su casa sin ningún justificativo institucional y al margen del sentido común, de la misma manera se hace inconcebible que la intendenta Paulón guarde por el lapso de 30 días una ambulancia que fue donada a la comunidad Fiambalense para asistir a los enfermos en casos de emergencia no para esperarle las ganas a ellos ni acomodarse a los tiempos a los politiqueros.
¿Qué pasa si Jalil sigue postergando el viaje? Son capaces de no utilizar una ambulancia esperando por la foto de rigor. De hecho hubo un accidente de moto la semana pasada y no había ambulancia porque el municipio la tiene escondida esperando por la inauguración oficial con la presencia del Gobernador en Fiambalá. Sin embargo, como ya es costumbre, Paulón salió a desmentir aprovechando todo micrófono pagado que encontró en el camino.
Paulón es la que esconde el sillón de la intendencia. Parece que está acostumbrada a esconder las cosas. La solidaridad no la caracteriza. Si tiene recelo de que le usen el sillón de jefa comunal cuando viaja, imaginemos lo que puede hacer con un vehículo oficial. Como Telchi Ríos, las explicaciones después son muy vagas y torpes. Disparan para cualquier lado argumentando ataque opositor, violencia de género, entre otras excusas ridículas.
Este tipo de práctica mezquina no va más por el contexto actual. Incluso tal vez si utilizaran la unidad y salvara varias vidas con la intervención en accidentes y luego se la presentara oficialmente cuando hubiera oportunidad, esa ambulancia ya tendría otra impronta. La gente dejaría de pensar que politizan la salud y comenzaría a entusiasmarse con la idea de que la salud está antes que la ideología de pequeños políticos al frente de los gobiernos de turno.