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Hospital de Aconquija, Andalgalá.

Política

Los becados de 10 mil pesos que le ponen el pecho al covid-19 en Catamarca

Indignante situación de trabajadores de la salud precarizados.

Faltan muchas cosas para tener un sistema sanitario eficiente. El Aconquija viene tomando casos preocupantes de la vida real de Catamarca. En esta oportunidad los becados que le ponen el pecho a la pandemia y que siguen precarizados. Más de un década esperando la estabilidad laboral y ni aún con el covid-19 logran el reconocimiento que se merecen. ¿Cómo puede ser que quienes le ponen el cuerpo a la pandemia cobren 10 mil pesos?

Olga Nieva, agente sanitaria, trabaja en Aconquija (Andalgalá) desde el 2007 que es precarizada. Ha pasado por todos los programas, becas y planes para hacer un trabajo esencial. Se trata de personal que es mano de obra barata para el Estado. Les exige sin darle insumos, les demora el pago, los negrea, se aprovecha de su situación cuando debería predicar con el ejemplo al sector privado, pagarles como corresponde en tiempo y forma, en blanco, con obra social.

Pasan los años y repiten la misma promesa darles la plata permanente pero se aprovechan de estos catamarqueños. El último compromiso fue del ex Ministro de Salud, Ramón Figurero Castellanos, pero es para atrás y para adelante. 10, 13, 15 años echándose la culpa por todo y por nada entre fuerzas políticas con el discurso de que lo primero es la salud pública. Sin embargo resulta incomprensible de que se descuide o se le mienta al personal sanitario en pandemia.

Olga Nieva es solo un ejemplo de años de esperar en vano. Hablamos de un trabajo donde hay que recorrer largas distancias y en lugares donde muchas veces no hay transporte, como en Aconquija. Se comprende que pueda haber una demora administrativa pero más de una década ya roza el delito por violar leyes laborales y derechos de los trabajadores que además parecen estar desprotegidos por los organismos de control.

Si el Estado no prioriza la salud pública, no sólo queda indefenso el agente sanitarios o los enfermeros sino los vecinos de comunidades pequeñas como la mencionada. Ayer les contamos de una ambulancia que tuvo que partir con dos embarazada porque no había unidades de traslado en Los Altos. Hoy es el distrito de Aconquija que, con otras localidades del interior de Catamarca, muestran la otra cara de la pandemia, lo que no se quiere mostrar por vergüenza oficial.