Naturalizamos lo ilegal, lo irregular. Si a un contratado municipal que es albañil lo mandan a un control sanitario en el ingreso a Los Altos uno debería inquietarse, y, si a ese mismo albañil lo hacen trabajar en la casa de los funcionarios también tendríamos que preocuparnos. Si además, el funcionario que se aprovecha de los recursos del Estado es docente o estudia para profesor, la verdad que el mareo ya produce nauseas.
Primero y principal no pueden tener años como “contratado” a un trabajador y dejarlo sin laburo de un día para otro, menos cuando rige normativa presidencial sobre la desvinculación laboral en medio de una pandemia. Por otro lado, si el municipal es de oficio albañil se supone que no es lo ideal mandarlo a los controles sanitarios del ingreso a Los Altos. Y en tercer lugar el sujeto es explotado para hacer trabajos de albañilería en propiedades de un funcionario y parientes.
El desvinculado es de apellido Colombres, fue contratado durante 6 años. Es trabajador de la construcción y el último turno que hizo en el puesto sanitario abarcó desde las 7 de la mañana hasta las 20 horas. Obreros explotados por el oficialismo gobernante porque saben de la necesidad de subsistencia económica. Ariel Colombres cumplió esa función sanitaria sin los elementos de seguridad pero eso no les importó a las autoridades municipales.
Este hombre también fue utilizado en horario de trabajo administrativo que, en lugar de desempeñar tareas que deberían haberse relacionado con la comunidad, tuvo que desmontar y hace contrapiso y otras obras de construcción en propiedades de Pablo Figueroa, funcionario municipal en la Dirección de Acción Social y Deportes. Figueroa, mientras forma parte del gabinete de Olveira, estudia y sueña con ser parte de la comunidad educativa.
Después nos preguntamos por qué no funcionan las cosas. Qué hace un albañil sin barbijo en controles sanitarios. Por qué el funcionario hace uso y abuso del personal y la maquinaria del municipio sin que ningún fiscal reaccione. Quién vela por un trabajador explotado cuya patronal es nada más y nada menos que el Ejecutivo municipal. Qué le enseñará el futuro profesor a los alumnos tras aprovecharse del Estado y de un pobre tipo que al final se quedó sin trabajo.