La reforma del Estado ha sido un tema polémico en el recinto de la Legislatura. Y es que ayer en el caluroso debate en Diputados, Hugo Ávila dio un discurso contundente sobre cuáles deberían ser las verdaderas prioridades en el gobierno de Jalil. El ojo de la tormenta se dio en torno al debate salarial: No podemos permanecer indiferentes a ese reclamo de recomposición salarial mucho menos al temor que con la reforma del Estado se genere la pérdida de derechos adquiridos” afirmó Ávila.
El legislador continuó diciendo que “no tengo ninguna duda que los trabajadores de rentas van a perder algunos derechos como los del IPV. Si se avanza en reforma estatuto docente como ya lo ha dicho el ministro de educación, se estará cambiando las horas cátedra por las horas reloj, y eso va a ser una pérdida considerable salario docente. También van a perder cuando se les quite los adicionales por zona”.
También arremetió a la excusa de la crisis para realizar la reforma estatal, Ávila entiende que la reforma sirve “para disminuir gasto administrativo pero de manera contradictoria”, ya que el gobierno aumentó la cantidad de ministros de 8 a 17, y también la cantidad de miembros de la Corte de 5 a 7: “No hay coherencia en el relato”.
“En un momento crítico donde todos los gobiernos del mundo están padeciendo esta crisis económica y la caída brutal del PBI, tiene que establecerse un orden de prioridades. Ningún ciudadano que ha perdido su capacidad adquisitiva a partir de ese proceso inflacionario que vive permanente en la argentina va a entender que se ponga en el orden de prioridades obras faraónicas como de 500 millones, una huella entre Concepción y Pomán de 500 millones, como ya sabemos toda la triste historia que tenemos con la huella” manifestó Ávila.
El diputado continuó dando ejemplos de obras públicas que no son prioritarias para el pueblo: Como por ejemplo “recuperar un estadio, en plena crisis” o “comprar avión de 320 millones (de supuesto uso sanitario) cuando todos el gabinete terminan viajando”. Añadió que “recuperar la economía de Catamarca es importante pero con la política salarial, que determina 90% del plan económico que pueda llevar un gobierno de cualquier signo político. Esto depende puramente de inyectar dinero a empleados municipales”.
Finalmente, brindó una crítica a la minería en la provincia: “ningún ciudadano catamarqueño entenderá que estemos reglando el catastro minero a empresa que paga monedas por el canon y después la comercializan entre ellos como hizo la empresa Galaxy” manifestó Ávila reconociendo que esto no es ganancia para el pueblo: “La riqueza minera no puede ser negociada a espaldas del pueblo de Catamarca”.
