Continúa el conflicto del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de la Capital (SOEM). En esta ocasión, el representante de los trabajadores precarizados Walter Arévalo hizo referencia al manejo de la justicia frente a la disposición de detenerlo. El referente municipal se manifestó sobre calle República y Maipú, uno de los múltiples piquetes que se realizan en el microcentro.
Desde la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca se realizó una denuncia penal contra el titular del SOEM en justificación por los cortes de calles que impiden la normal circulación. Por su parte, hoy Arévalo dijo que los fiscales no lo detuvieron porque “son unos cagones”. En la movilización de este mediodía se observó una mayor cantidad de trabajadores en reclamo y a través de sus redes sociales ratificaron: “Marchas selectivas y estratégicas. Se suman más y más compañeros”.
Al momento, por alto parlante, Arévalo se expresó frente a sus compañeros: “Me mandaron a marcar los dedos y como le dije que, si es por defender al trabajador, voy orgulloso detenido”. Asimismo explicó que el jueves hicieron la denuncia y el viernes fue imputado. Al respecto detalló: “¿Saben por qué no me detuvieron el día viernes? ¡Porque hasta los propios fiscales son unos cagones!”.
El intendente de Capital de Catamaraca, Gustavo Saadi en sus declaraciones anteriores criticó la forma en que el sindicato se está manifestando: “Este tipo de acciones es directamente un delito que ya escapa al municipio de la capital, que lo que se hizo es realizar las denuncias penales correspondientes”. Por otra parte, el gobernador Raúl Jalil se refirió al conflicto generado por los reclamos de los estatales y esta mañana en conferencia de prensa tuvo la respuesta de “sus” empleados.
El Gobernador había sentenciado que se tomarían las medidas que correspondan para que no se hagan más manifestaciones: “Espero que la Justicia actúe con celeridad para resolver esto; nosotros vamos a actuar con todo el peso de la ley y todos los instrumentos a nuestro alcance para impedir estas marchas y piquetes”. Para la intersindical obrera las palabras de Jalil son intimidatorias y malintencionadas, sostienen que no podrá descomprimir a la clase trabajadora con “mentiras con más mentiras”.