El pasado viernes se aprobó la ley de emergencia hídrica en la Cámara de Diputados. La votación estuvo marcada por diferencias internas en el bloque de Juntos por el Cambio. Esto es porque siete de los catorce diputados decidieron abstenerse. Por parte del oficialismo votaron todos a favor y con eso le alcanzó los números. De esta manera se habló de “consenso”.
El apuro por aprobar la emergencia hídrica en la provincia se debe al importante déficit de agua que impacta en el abastecimiento. Esto es tanto para el agua potable como para el normal funcionamiento de las actividades agropecuarias. La ley faculta al Ejecutivo para avanzar con más de 100 proyectos y obras de contratación directa para saldar esto.
Las siete abstenciones a la emergencia hídrica se debieron a la “transparencia” respecto a las contrataciones para la ejecución de obras. El legislador Monti manifestó que la ley plantea “una autorización demasiado genérica para establecer un sistema sin licitaciones”. Según el diputado, “se triplican los montos a partir de los cuales el Gobierno puede realizar obras por contrataciones directas”.
Cabe mencionar que el oficialismo concedió modificaciones pedidas por los opositores al ministro de Agua, Energía y Medio Ambiente, Alberto Kozicki. Esto es respecto a los montos por las contrataciones directas: pasó de $200 millones a $150 millones. Sin embargo, este fue el punto por el cual parte de los diputados de Juntos por el Cambio se abstuvieron.
En este sentido, el diputado Sosa explicó que “acá no se discute la emergencia hídrica, no desconocemos la necesidad y urgencia. Dudo del Gobierno y la transparencia”. El legislador también se abstuvo como Monti. Por su parte, la legisladora Nóblega expresó que “la contratación directo da a pensar que habrá un mismo proceso que comprar una resma de papel”.
