En Argentina existen problemas que parecieran sin solución, o bien, los presidentes no reconocen a las personas idóneas para poder formar parte del Gabinete que soluciones los fondos económicos. En este sentido, uno de los ítems sin solucionar es la inflación, y para poder paliar esto, el Gobierno de Mauricio Macri obliga al sector privado a pagar un bono a sus empleados por 5.000 pesos.
Con esto el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) realizó un informe en donde detalla la información acerca de «impacto del rebrote inflacionario post PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias)». En esta línea, el CEPA se cuestiona respecto a «¿Cuánto recuperan las y los trabajadores con el bono de $5.000?», que nació siguiendo un pack de medidas que tuvieron la intención de «aliviar» el proceso por el cual pasaban los ciudadanos.
Así, el Centro estipuló una serie de críticas. Por ejemplo, el documento destacó que «el bono tiene el mismo valor nominal que hace un año, cuando la inflación interanual acumula 55%. Segundo, el bono sólo cubre a asalariados registrados en relación de dependencia: quedan afuera los trabajadores no registrados y desocupados (aunque este último universo estaría siendo considerado para su incorporación)».
Por su parte, «desde el sector empresario y particularmente entre las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), consideraron en cada una de las declaraciones «de imposible cumplimiento» dada la dificultosa situación por la que atraviesan». De este modo, la institución resalta los comentarios de empresarios que según declaran, solo se encuentran aguantando la actividad para no dejar sin trabajo a varias familias.
También, el CEPA se dedicó a dejar en claro algunos motivos de descontento. Estos se basan en «su carácter, el cual será no remunerativo, lo que permite para los empleadores aliviar su carga, pero deja de aportar a Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) y Obras Sociales». Es decir, ese bono pagado por los empleadores no tendrá ningún tipo de impacto en las cuentas provisionales de los trabajadores.
Además, destacaron «su consideración como adelanto de futuros aumentos. Lo que le quita su carácter extraordinario y significa que será absorbido por las próximas paritarias de cada sindicato. Esto deja casi sin efecto el sistema «paliativo», reconocido de esa manera por el economista Iván Carrino, quien dio su mirada de la situación en A24, más precisamente en el programa 4 Días del periodista y conductor Luis Majul.
Asimismo, el empresario textil y vicepresidente del CEEN, Raúl Hutín, se refirió a la situación actual con el Gobierno nacional. «Meten la mano en el bolsillo sin consulta previa porque ni a nosotros ni a ningún sector pyme lo llamaron a la mesa de discusión, solamente estuvo la gente del Ministerio, la gente de la CGT, de CAME, pero es clarísimo que no representan al sector de la industria pyme», sentenció.
