Luis Espinoza era un hombre joven, trabajador rural, esposo y padre de seis hijos. Fue asesinado por policías el 15 de mayo, en la localidad de Simoca, sin siquiera tener un justificativo para el crimen. El hecho repercurtió en todo el país, y expuso el abuso policial. Por el asesinato están detenidos nueve efectivos de la fuerza y dos civiles.
El ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley, se pronunció al respecto con toda la indignación que el caso merece: “No se toleran ni se tolerarán acciones que estén reñidas con la moral ni con el marco legal que debe tener un policía al cumplir sus funciones. Y por eso siempre se instó a que la Justicia actúe sin ningún tipo de limitaciones”.
Las declaraciones se produjeron luego de que el ministro recibiese a la familia de Luis Espinoza, sus tres hermanos y su viuda. A ellos les dijo: “Esperamos que la Justicia llegue hasta las últimas consecuencias”. E instó a la justicia a actuar sin limitaciones para esclarecer y condenar este delito. A la vez, dejó en claro su intolerancia a la falta de moralidad de los policías.
Sobre este encuentro, Luis Ibáñez, secretario de Seguridad provincial, comentó: “Se trató de un diálogo ameno, que dio lugar a que los familiares expresen que se sienten satisfechos y contenidos por haber sido convocados a encontrarse y expresar sus inquietudes”. De momento, los detenidos tienen el pedido de prisión preventiva, solicitada por la fiscal de la causa, Mónica García de Targa.
Nombres de los acusados:
Con el cargo de “privación ilegítima de libertad seguida de muerte y desaparición forzada” están acusados: el subcomisario Rubén Montenegro, el oficial José Morales. También los efectivos Miriam González, René Ardiles, Víctor Salinas, Carlos Romano, José Paz, Gerardo González Rojas y Claudio Zelaya.
Según Telam, la fiscal también solicitó que se agreguen el personal civil Fabio Villavicencio y el hermano de uno de los policías, Álvaro Gónzalez.
