Desde Salud Mental del hospital Padilla aseguran que esta situación de crisis generó ansiedad e incertidumbre en parte de la población por la pandemia. Esto generó la ingesta en exceso de bebidas y algunos psicofármacos. José Ibarra, médico psiquiatra del equipo del Padilla, comentó que esta etapa atípica que le tocó atravesar al mundo creó muchos temores. El consumo de alcohol y ansiolíticos ocurrió tanto en personas que ya se encontraban atravesando un tratamiento psiquiátrico como así también en nuevos pacientes.
Ibarra dijo que la respuesta a la ansiedad fue visualizada como síntoma en la mayoría de los pacientes con dificultades para conciliar el sueño. Además explicó que los cambios de las dinámicas de los diferentes ámbitos como el trabajo, de la sociedad en general y de las familias tuvieron sus consecuencias. En esta etapa de la pandemia, agregó: “Las personas más vulnerables son los que primero presentan estos trastornos de ansiedad y cambios de ánimo. Los medicamentos más comunes siempre deben ser prescriptos por profesionales de la salud”.
El especialista advirtió que no existen psicofármacos de venta libre. Con respecto a qué tipo de pacientes atendieron, indicó: “Hemos recibido consultas de pacientes que ya venían realizando tratamientos. También de nuevos que se acercaron a causa de los síntomas que le generó este período”. Por su parte, Ada Elsa Bini, psiquiatra del equipo, dijo que el Padilla actualmente cuenta con diferentes modalidades de atención en psiquiatría. “Tenemos dispositivos de guardia, de interconsulta, de internación y de consultorios externos”, comentó Bini.
En relación a estos últimos, la doctora explicó que, en el tiempo más estricto de la pandemia, se mantuvieron abiertos y activos a través de la telemedicina y atención telefónica. “Las patologías que tratamos son diversas. Actualmente se vio acrecentado es la primera consulta de pacientes con estados de angustia en sus múltiples versiones. Desde la más leve, con problemas para dormir, hasta algunos que llegan con ataques de pánico, que es la manifestación más florida de esta patología”, describió la experta.
Acerca de la cantidad de consultas que reciben en el efector, Bini señaló: “Tenemos entre 13 y 14 consultas diarias, algunas con necesidad de internación, y con sostén de telemedicina y consultorios externos, para otros”. A partir de que se reabrió la atención presencial de pacientes, dan turnos cada media hora. Además, aprovechan para educar a la población en el cumplimiento de la distancia pertinente y los cuidados de asepsia propios dictados por la realidad que toca vivir.