La mayoría coincide en que sacarse fotos mientras supuestamente se hace solidaridad por el Covid-19, es muy bajo e indignante. Los chicos dirían “no da”. Lo cierto es que la mayoría de las fuerzas políticas de Catamarca condenan estas actitudes miserables que pierde de vista lo primordial para perderse en el recuerdo de viejas campañas que no llevan a ningún lado porque estamos lejos de las contiendas electorales y porque solo los politiqueros piensan en ello hoy.
La foto fue enviada por un lector de El Aconquija donde se ve a una dirigente peronista entregando bolsones a una mamá y su hijo menor. La dirigente peronista con mascara y los dedos en “v” mientras las personas que aparecen en la imagen los hacen sin ninguna protección sanitaria olvidándose que estamos enfrentando a un virus de alto poder contagioso donde lo primero es la salud, y, la foto está de más.
Se nota que la gente no quiere ser parte de la selfie y que lo hace por necesidad. El Covid-19 vino a complicar la economía familiar llevando la situación al extremo de no tener qué poner en la mesa. El Gobierno o los caciques que bancan a estos personajes deberían indicarles o sugerirles que si van a entregar que lo hagan con todas las medidas sanitarias y que no se aprovechen de la gente para sacar a la fuerza una foto política que los vecinos no desean. No tiene ánimo para esto.
Publicitar hoy estas ayudas abochorna y ridiculiza a las fuerzas políticas. Es una vergüenza para el Partido Justicialista que tenga dirigentes que por entregar un bolsón obliguen a los beneficiarios a posar para la selfie política. ¿Acaso si no hay foto no hay bolsón? ¿Qué necesidad de la foto si lo que los mueve es la verdadera solidaridad? Se trataría de una dirigente que respondería al sector del concejal Zelaya de la capital de Catamarca.
Asimismo, uno podría preguntarse de dónde sacan esos bolsones porque no creemos que salgan del bolsillo de dirigentes que no tienen laburo conocido o que apenas tienen para sobrevivir ellos. Alguien con más poder económico o el Gobierno les facilita esta mercadería para repartir en los barrios por supuesto “en nombre de”. La pobreza estructural se profundiza con la emergencia sanitaria y es tan grave como la pobreza política. ¡Pobre Catamarca con estos pseudodirigentes!